18 nov 2009

Néstor Kirchner, el regreso Por Demián Verduga y Francisco Balazs


Agustín Rossi, Carlos Raumundi, Artemio López, Silvia Vázquez, Fernando Braga Menéndez y Rafael Bielsa debaten sobre la estrategia política que debería ññevar adelante el oficialismo, quién será el candidato, cuál debe ser el lugar del PJ y cuál el de los aliados.
Después de haber mantenido un bajo perfil los últimos meses, Néstor Kirchner volverá al centro de la escena política cuando asuma su banca de diputado nacional el próximo 10 de diciembre. Se sabe: la mirada de dirigentes políticos, oficialistas y opositores, así como la de los medios de comunicación estará muy atenta a las acciones, palabras y gestos del ex presidente. Su retorno como jefe del PJ, qué alianzas debería buscar, cuáles son sus posibilidades como candidato para el 2011 y su relación con los sectores medios y populares son algunas de las preguntas insoslayables. Sobre esto, Miradas al Sur consultó a referentes y analistas políticos.


–¿Cómo evalúa el retorno de Néstor Kirchner a la escena pública como presidente del Partido Justicialista?

Agustín Rossi: Me parece que la decisión de renunciar a la conducción del PJ, que Kirchner tomó como producto de la derrota electoral, tuvo que ver con asumir sobre sus hombros la responsabilidad del resultado. De aquel momento hasta ahora, nuestra fuerza política ha recuperado espacio y se sobrepuso a la derrota. Tuvimos importantes triunfos parlamentarios, como la ley de medios. El Gobierno marca la agenda pública con decisiones como la asignación por hijo. Todo esto cambió el contexto en que se había producido la renuncia de Kirchner a la conducción del justicialismo y me parece que esa decisión pierde sentido. Él sigue siendo el líder natural de ese espacio.

Silvia Vázquez: Me parece que Kirchner, estando al frente del PJ, pierde posibilidades de consolidar y construir un espacio más amplio. La verdad es que a nosotros, como radicales que formamos parte de este espacio, sentimos que esto marca distancia. Yo tengo una enorme gratitud con lo que Kirchner brindó del 2003 en adelante, para construir un espacio de centroizquierda amplio. Pero creo que el resto de los que formamos parte de de este espacio tenemos que ponernos los pantalones largos y salir a caminar para recuperar una franja de la sociedad que el Gobierno perdió. Kirchner está muy condicionado por el Justicialismo. Le da una base importante y al mismo tiempo es su gran limitación.

Artemio López: El Justicialismo ocupa hoy el lugar de primera minoría a nivel nacional. Lo que espero es que se consolide esa fuerza y se proyecte, de cara a 2011, como un espacio que pueda competir en las elecciones. Los comicios del 2011 van a ser bien complejos, habrá por lo menos 3 ofertas electorales -incluida esta primera minoría- que competirán sacando un promedio del 30 por ciento de los votos cada una, en la primera vuelta. Así espero que este espacio se consolide para competir.

Carlos Raimundi: Veo como algo muy negativo el regreso de Kirchner al frente del PJ. Parte del deterioro de su imagen es por haberse aferrado a esa estructura. Haber practicado políticas heterodoxas a nivel nacional y aferrarse al aparato territorial del PJ es un esquema que en algún momento se fractura: Hay una contradicción entre las ideas y el sujeto político que las sostiene.

Rafael Bielsa: Espero que sea una vuelta con ideas, con prédica y con prácticas que hagan que el Partido Justicialista se parezca más al peronismo que anida con nombres diversos en muchas mentes y muchos corazones. El pejotismo le conviene a intereses coyunturales, divorciados de las expectativas populares.

-¿Qué alianzas debería consolidar el kirchnerismo para volver a ser mayoritario?

Raimundi: Más allá de las alianzas, lo mejor sería apostar a una fuerza política superadora. La historia argentina demuestra que las fuerzas superadoras, cuando hacen alianza con alguno de los grandes partidos, terminan siendo un satélite. En la medida en que Kirchner tenga un discurso de centroizquierda y se apoye en una estructura de derecha, como el PJ, pierde.

Rossi: Tenemos que apostar a recuperar el lugar que tuvimos en la sociedad en las elecciones del 2005, más que en las del 2007. En ese turno electoral tuvimos un fuerte anclaje en el peronismo y al mismo tiempo logramos el acompañamiento de los sectores medios urbanos. Creo que tenemos que apostar a reconstruir esa coalición en la sociedad, más allá de con qué dirigentes estemos.

Braga Menéndez: Los aliados deberían ser los sectores más progresistas del radicalismo y el socialismo. A eso hay que sumar el sindicalismo afín y desarrollar políticas para acercar a la juventud.

Bielsa: Hay que construir con los sectores que han expresado, en las últimas votaciones en el Congreso o públicamente, que “este pueblo no cambia de ideas”, los que han acompañado las propuestas estructurales que caracterizaron el segundo semestre del 2009.

López: Hay dos núcleos a resolver. El primero es la profundización de la articulación con los sectores populares, particularmente los más postergados en el conurbano bonaerense. En la última elección hubo un núcleo de estos sectores que optó por otras alternativas, como el peronismo disidente. Yo creo que ese espacio debe ser recuperado, tomando medidas como el subsidio universal o la asignación de cien mil puestos de trabajo a través de las cooperativas. El Gobierno va a asignar casi un 1,1 del PBI en estas dos políticas. Si tienen un alcance efectivo, se va a recuperar en el interior de los sectores populares una parte del electorado que se perdió en junio. Lo segundo es el despliegue sobre los sectores medios. En particular me parece que la alianza natural de Kirchner es con los sectores más vinculados a la centro-izquierda del espectro político.

-Qué posibilidades le ve a Kirchner como candidato a presidente en el 2011?

Vázquez: Tiene chances, eso es claro. Ahora, yo le recomendaría que no fuera. No puede ser que el único candidato de este espacio pueda ser alguien que lleve el apellido Kirchner. Eso va en contra de la propuesta que nos unió. La primer convocatoria era la de armar una fuerza con el estilo de la Concertación chilena o el Frente Amplio uruguayo. En esas fuerzas, los distintos sectores que la componen se van turnando en el liderazgo del espacio. La idea de hegemonizar desde el PJ se contradice con la convocatoria inicial. Nosotros vamos a defender las instituciones y vamos a apoyar las iniciativas del gobierno que compartamos. Pero desde el punto de vista del diseño electoral vamos por otro lado. Lo que garantiza la cohesión de una coalición política es que las distintas fuerzas que la componen se turnen en el liderazgo.

Rossi: Faltan dos años. Eso en la política argentina es mucho tiempo. Alcanza con ver lo que pasó en los últimos 24 meses. Yo jamás subestimaría a un dirigente político que fue capaz de construir un liderazgo como el que creó Kirchner en 2003 y de gestionar como él lo hizo. Es un dirigente que supo interpretar hacia dónde iba la sociedad y sus expectativas. Después vino el error del conflicto con el campo que generó un deterioro, pero no creo que se pueda subestimar la capacidad de recuperación del kirchnerismo. Los candidatos pueden ser él, Cristina o algún otro, pero vamos a tener un candidato. Además, estando en la gestión hay mucho para mostrar de lo que se hace.

Después de las elecciones se ponía en duda si el gobierno llegaba al 2011. Hoy nadie duda de eso ni tampoco de que tendremos un candidato que seguro entrará a la segunda vuelta.

Raimundi: Me parece que sí puede ser candidato. El tema es que si se aferra al PJ pierde margen ante el progresismo. El kirchnerismo tiene dos componentes. Uno es el de conveniencia, que está allí porque le sirve para su proyecto territorial. El otro es el que estuvo, y está por lo que se hizo, por las ideas y las propuestas. Aferrarse mucho al elemento de conveniencia le resta mucho con el segundo.

–¿Cómo evalúa la relación del kirchnerismo con los sectores populares?

Raimundi: No veo una relación tan clara con esos sectores, no es lo mismo, por ejemplo, que en Bolivia, donde todos los sectores populares están con Evo. Allí, más allá de lo que digan los medios, esos sectores ven de modo claro la redistribución del ingreso de la renta que se captura en el petróleo o el gas. En cambio en la Argentina hay sectores que reciben la redistribución y otros que no. Lo que sí es claro es que la gente que acompaña a Kirchner es de los sectores medios para abajo. Eso alcanza para hacer una buena elección pero no para formar una mayoría.

Braga Menéndez: Néstor Kirchner debería y podría ser el líder y conductor del movimiento popular.

Rossi: Son los sectores donde tenemos más fuerte adhesión. Nuestras políticas han mejorado la vida de los sectores populares, con el aumento del trabajo y del consumo. Y a eso se suman los planes sociales.

-¿Por qué cree que la Presidenta pidió a la CGT que suspendiera el acto del próximo viernes 20?

Rossi: Creo que una valoración posible es que el acto podía ser utilizado para atacar el Gobierno. Una marcha de la CGT es algo que produce cortes de calle y desorden en la Ciudad por su gran capacidad de movilización. Me parece que la Presidenta evaluó que iba a ser utilizado para criticar al Gobierno y que aumentaba el mal humor social en relación con la protesta callejera.

López: En líneas generales, me parece que el acto estaba más vinculado a una interna por el modelo sindical que a establecer un mayor piso de legitimidad para el Gobierno Nacional. Me parece que estaba en línea con una polémica en el interior del movimiento sindical que no conviene expresarla en actos públicos. Creo que ése fue uno de los ejes de la decisión. En segundo lugar creo que los actores masivos tienen hoy la posibilidad de ser utilizados como provocación por cualquier sector. No hay olvidarse de que hay una parte de estos sectores de dudosa legitimidad, es el caso de Juan Carlos Alderete y de Raúl Castells, que podrían responder con marchas de provocación. Pero, como dije antes, el eje central de pedir la suspensión es que la convocatoria obedecía más a una disputa interna en la estructura sindical que a una cuestión de apoyo al Gobierno Nacional.

Vázquez: Estoy de acuerdo con la decisión de la Presidenta. El ánimo social está muy irritado con el hecho de que cada reclamo implique apropiarse el espacio público. Más allá de la legitimidad de la demanda, los ciudadanos lo viven como una agresión. En la Argentina funcionan las instituciones y el lugar para canalizar los reclamos es el Parlamento, no hace falta cortar siempre la calle. Todos tenemos que hacer un gran esfuerzo para que las demandas se canalicen de otra manera. Los distintos sectores tienen que aceptar que a lo mejor el resto no piensan como ellos. Hay que terminar con la idea de que el único modo de poner un reclamo en la agenda es cortar la calle.

Bielsa: Me parece que la decisión responde al más puro sentido común y a la responsabilidad de un estadista. Ni se puede ser invitado a una fiesta propia, ni se puede correr el riesgo de provocaciones en momentos como éste.
http://www.elargentino.com/nota-65922-Nestor-Kirchner-el-regreso--.html