12 dic 2015

Carta Abierta al señor Ministro de Cultura, compatriota Pablo Avelluto: POR JORGE GILES


Hoy escuché y leí cien veces sus declaraciones, las de antes y después de asumir el cargo de ministro. Quería estar seguro de lo que usted decía porque, sinceramente, me sorprendió y alarmó su ignorancia respeto al Museo Malvinas, siendo como ha sido nombrado, “ministro de cultura de la nación”.
Permítame decirle, con todo respeto, que lo asesoraron mal respecto al Museo Malvinas, de quien tengo el orgullo de ser su guionista y sólo después, su organizador y primer director. Es una pena que usted no lo conozca. Quiero creer que no lo conoce porque si no, no habría dicho lo que dijo. De conocerlo sabría que no es el museo de la guerra sino de la paz, de la soberanía, de la vida, de la historia larga de Malvinas, de sus distintas miradas.
A tal punto es así, que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo inauguró el 10 de Junio de 2014. No un 2 de Abril. Ni un 17 de Octubre. Ni un 24 de marzo. Sino un 10 de Junio el día que, en 1829, Luis Vernet fue nombrado Comandante político y militar de las Islas Malvinas por el Gobierno criollo y que por eso mismo es el día que el ex presidente Juan Domingo Perón promulgó la ley que reafirma nuestra soberanía sobre las islas y que el ex presidente Alfonsín recuperó por decreto finalizada la dictadura. 

Por esos mismos motivos, es que el Museo se inauguró un 10 de Junio. ¿No lo sabía?
Mire Avelluto, coherentemente, es por eso que el Museo Malvinas no es un museo de la guerra, sino de la Causa Malvinas. A tal punto es así que las cuatro estaciones sobre las que asienta su guión (del que orgullosamente me hago cargo), hablan de la Vida (o sea, la flora y la fauna), la Pasión (o sea, la larga historia que arranca en 1520 y sigue hasta nuestros días), la Muerte (o sea, la guerra y sus consecuencias, con la alta valoración de nuestros caídos en suelo malvinense y en el mar Atlántico con el crimen de guerra contra el Crucero General Belgrano y al mismo tiempo, el profundo repudio a la dictadura cívico-militar que provocó ese desenlace funcional a los intereses del imperio británico) y finalmente la Resurrección, que es esta democracia que, desde Néstor Kirchner en más, ya no esconde bajo la alfombra de la historia a sus héroes y a su Causa mayor de soberanía sino que los muestra con toda dignidad y valoración patriótica.
Mire Avelluto, el edificio que usted dice admirar por su belleza arquitectónica, fue construido en base al guión museológico. Por eso hay armonía en todos sus costados. No fue magia. Ni fue casualidad. Y le cuento algunas perlitas ecuménicas y eclécticas del museo que chocan de frente con los nostálgicos de la dictadura y la mirada chauvinista y sesgada de Malvinas:
Reivindicamos al Gaucho Antonio Rivero, el que fuera negado por los mitristas de aquella Academia de Historia que supo reinar en tiempos de dictaduras pre-democráticas. Me imagino que usted no querrá que lo asociemos a ideas tan viejas y conservadoras. ¿No es cierto?
Reivindicamos a Raymundo Gleyzer, cineasta argentino, primero en filmar la vida contemporánea en Malvinas, desaparecido por la última dictadura cívico militar.
Reivindicamos las distintas miradas culturales e ideológicas sobre la Causa Malvinas en una Sala que se llama, precisamente, “Sala de las distintas miradas”. Allí se abrazan, en sus diferencias, José Hernández, Paul Groussac, Jorge Abelardo Ramos, Scalabrini Ortiz, Alfredo Palacios, Hipólito Solari Yrigoyen, Arturo Jauretche y otros valerosos corazones argentinos.
Reivindicamos a Perón y a Arturo Illia. Reivindicamos a los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner y Raúl Alfonsín.
Reivindicamos al aviador civil Miguel Fitzgerald que voló solitariamente en 1964 a Malvinas en un pequeño Cessna y homenajeado luego por el pueblo argentino y por el presidente Illia.
Reivindicamos a los militantes del Operativo Cóndor que fueron a Malvinas en 1966 para reafirmar que las islas eran, son y serán argentinas. ¿Sabía usted que algunos de sus integrantes, como Dardo Cabo y Edgardo Salcedo, fueron asesinados luego por la dictadura de Videla, Massera y Agosti?
Reivindicamos a las Madres de Plaza de Mayo que en plena guerra, en plena dictadura en 1982, portaron un cartel que decía: “Las Malvinas son argentinas; los desaparecidos también”.
Todo está guardado en la memoria…y en el Museo Malvinas, don Avelluto.
Como verá ministro, nosotros, los peronistas, llegamos primero en la idea de reivindicar Malvinas desde el paradigma de la democracia inclusiva, desterrando la mirada torva de la dictadura. Lo siento mucho. No es mi intención incomodarlo. Pero es mi deber decir la verdad y así poner las cosas en su lugar.
Por último, Avelluto: este humilde fundador del Museo carga con todas las responsabilidades del guion museológico. Hace bien en meterse sólo conmigo. No se las tome con los pibes que trabajan allí. Son buena gente. Son compatriotas honestos. Son eficientes en su tarea cotidiana. Pero como usted asumió en su primer día la responsabilidad ministerial, compartiendo alegremente la categoría que me impuso el periodista de TN, Tenembaun, de ser “fanático y apologista de Cristina”, permítame aclararle que además soy fanático de la Memoria, la Verdad y la Justicia, soy fanático de la Democracia, la Paz y la Soberanía, soy fanático de la Causa Malvinas, soy fanático de la Causa de los Derechos Humanos, al punto de ser testigo principal en una de las causas emblemáticas contra los genocidas de la dictadura (la Masacre de Margarita Belén, Chaco); en fin, soy fanático de la belleza y de la vida, Avelluto. Y por todo eso, obvio, soy un empoderado por Cristina. ¿Está mal eso? No me parece, vea.
Suerte en la gestión Avelluto, cuiden el Museo y traten de superar toda mirada sesgada sobre Malvinas. Es mi honesto y humilde aporte. Y si se le ocurre cambiar algo del contenido museológico, cuide que no impacte sobre la belleza del edificio que tanto nos gusta. Sería una pena por los miles de pibes que lo disfrutan a diario y por los ex Combatientes que allí se emocionan. Sería inútil además. Porque, sin arrogancia alguna, se que más temprano que tarde, los que formamos parte del proyecto de país que lidera Cristina y que parió el Museo Malvinas, vamos a volver. A volver, a volver, vamos a volver.