23 sept 2009

¿Se repite la historia en Latinoamérica? Por Vicenç Navarro Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

Los golpistas en Brasil justificaron el golpe aludiendo al deseo del Presidente Goulart de modificar la Constitución para mantenerse en el poder. Según tal argumento, el motivo del golpe era “salvar el orden constitucional en Brasil”. Joao Goulart había sido un rico agricultor (tal como había sido Zelaya), que había ido simpatizando con las demandas hechas por los trabajadores agrícolas e industriales, aumentando su salario mínimo (como también hizo Zelaya). Éstas y otras medidas establecidas a favor de las clases populares antagonizaron a la oligarquía brasileña, que acusó (sin ninguna evidencia) a Goulart de estar influenciado por Fidel Castro (en el caso de Honduras, a Zelaya se le acusó de estarlo por Chávez), planeando establecer un sistema político comunista semejante al cubano. El Presidente Goulart fue expulsado (como también lo fue Zelaya) del Palacio Presidencial y del país.
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Pero, aunque es importante constatar estas diferencias, el hecho más preocupante es que el golpe militar hondureño puede tener el mismo efecto que el que tuvo el brasileño. No hay que olvidar que el golpe militar brasileño inició una serie de golpes militares en el cono sur de América Latina, todos ellos apoyados por el gobierno federal de EEUU, destinados a impedir las reformas en el continente con las mayores desigualdades del mundo. Más tarde se estableció la operación Condor que asesinó a los dirigentes de las fuerzas reformistas de aquel continente, incluyendo al presidente Goulart (en 1976). No hay que desestimar la posibilidad que el golpe militar hondureño inspire a otras oligarquías en América Latina, con el fin de parar las reformas que están ocurriendo en la mayoría de países de América Latina. De ahí la urgencia de mostrar a tales oligarquías que este tipo de golpes no pueden tolerarse en el siglo XXI.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=91878