21 ago 2009

El pueblo que hay que anular

Por Néstor Núñez
Quienes dentro y fuera de Honduras promovieron la asonada del pasado 28 de junio, que puso fin al gobierno constitucional de Manuel Zelaya, parecen haber errado en sus cálculos.Hoy ya no quedan dudas que sectores ultras de Washington y Tegucigalpa fueron los impulsores del cese por la fuerza de un gobierno cuyo presidente fue derivando paulatinamente a posiciones más radicales, y que llegó incluso a tocar intereses imperiales y oligárquicos de orden estratégico, como intentar reducir la operatividad gringa en la base militar de Palmerola con la inclusión de sus pistas en el servicio aeronáutico civil, nada menos que con financiamiento del ALBA y Petrocaribe; o consultar a la población sobre posibles modificaciones a una Constitución redactada por y para los poderosos.
http://www.argenpress.info/2009/08/el-pueblo-que-hay-que-anular.html