21 ago 2009

El futuro de nuestro pasado Por Aldo Ferrer

El Segundo Centenario de la Revolución de Mayo es un mal siglo, plagado de conflictos, pésimo desempeño económico, mucha pobreza y desigualdad social. Tenemos sobradas razones para el descontento predominante y para preguntarnos qué habremos hecho mal para semejantes resultados en un país que, como todo el mundo sabe, cuenta con una amplia dotación de recursos para alcanzar un alto nivel de desarrollo económico y social.En muchas expresiones de la cultura, la Argentina produjo logros notables en el período. Pero no logramos construir reglas de convivencia, consensos, liderazgos capaces de abrir oportunidades para todos, visiones del mundo consistentes con el despliegue del talento y los recursos propios y, en definitiva, gestionar el conocimiento para impulsar el bienestar material. Como hemos visto en notas anteriores, la insuficiencia de nuestra densidad nacional constituye el origen de nuestras frustraciones.
Ahora, en las vísperas de las celebraciones mayas del Segundo Centenario, el país vuelve a enfrentarse con antiguos dilemas de su desarrollo de cuya resolución depende que iniciemos la construcción de un nuevo siglo con una trayectoria y destino distintos del que concluye. ¿Cuál es, entonces, el futuro de nuestro pasado, el porvenir de la economía argentina? Si aprendemos de la historia y fortalecemos la densidad nacional, muy probablemente un buen futuro, un próspero porvenir. La empresa es posible.
http://www.elargentino.com/nota-54526-El-futuro-de-nuestro-pasado.html