Presentación de Silencio por sangre. La verdadera historia de Papel Prensa.
Los cuatro tenían claro que la conversación, ponencia o tertulia, esta vez no podía discurrir por derroteros amables y blandos. Los cuatro en cuestión fueron los dos autores de Silencio por sangre, Daniel Cecchini y Jorge Mancinelli, y los periodistas que completaron la mesa, Orlando Barone y Eduardo Blaustein. La sala del ND Ateneo se mantuvo atenta y expectante. Todos ya tenían sus libros al ocupar las butacas. Derroteros ni amables ni blandos porque se trata de la historia de Papel Prensa, lo que nos lleva a pensar no sólo en una dictadura militar sino en una dictadura cívico militar, tal como señaló Cecchini, uno de los autores. “Los dictadores necesitaban un periodismo silenciado mediante la censura, medios de comunicación que fueran cómplices de su accionar y ahí estuvieron Clarín, La Nación y La Razón. A cambio de esta complicidad, los militares les dieron Papel Prensa.” De esta manera, tres diarios son los propietarios del monopolio de papel de diario, una suerte de dictadura contra la libertad de expresión.
El libro, empezó diciendo Blaustein, retrata dos esferas de la dictadura militar: por un lado la complicidad civil; por el otro, el rol de los medios. “Que salgan investigaciones periodísticas como Silencio por sangre habla de una coyuntura política determinada, es un logro de estos tiempos”, afirmó.
Luego, siguió Barone para gusto de un público tan populista, tan seissieteochista. El periodista resaltó la conclusión del capítulo 5: “En otras palabras, la apropiación de Papel Prensa es un crimen de lesa humanidad –y como tal, imprescriptible– por el cual deben ser juzgados todos sus responsables”. Hacia el final, en el momento de las preguntas, Barone provocó el aplauso de los presentes con la metáfora del delfín. Resulta que hay un par de delfines en un acuario, todos tan acostumbrados que hasta se sienten libres. En una oportunidad, sueltan a uno de ellos y lo dejan en el mar. El delfín se angustia y se las arregla para volver al acuario para que le sigan dando comida en la boca. “Es muy difícil que un periodista rico y famoso quiera volver al mar”, remató el panelista de 6-7-8.
Mancinelli sorprendió con documentos que compartió con el público sobre “la operación mafiosa”, como él mismo la llamó una y otra vez como para que no se le pasara a ningún distraído. “En toda historia criminal, se dejan huellas”, dijo al exponer las evidencias.
Desde el público, una joven preguntó si se sabe la tirada de Clarín y la de Miradas al Sur. “Porque acá somos muchos”, agregó entusiasmada. Los autores del libro remarcan: Clarín es un holding. Blaustein sugiere calma. “Las batallas culturales requieren paciencia”, afirmó.
Cecchini concluyó: “Cuando se leen los titulares de Clarín o los zócalos de TN, la contradicción es grosera, considerando que llevan la bandera del periodismo independiente. Nosotros no hacemos periodismo independiente, hacemos periodismo comprometido”.
GRUPOS DE TAREAS CALLEJEROS. Como demuestra esta secuencia fotográfica registrada el miércoles 30, los carteles promocionales del libro Silencio por sangre en varias calles del centro porteño fueron tapados rápidamente por otros de una inexistente empresa denominada Ooftalmia. Durante ese día, al menos dos grupos de personas que se desplazaban en un viejo Ford F100 gris y destartalado sin ninguna identificación y en un Peugeot 504, también gris, se ocuparon de cubrir los afiches del libro por otros que decían “Si manejás controlá tu vista”, con una dirección web al pie, www.ooftalmia.com, inexistente en internet.
http://sur.elargentino.com/blogs/daniel-cecchini/una-operacion-mafiosa