14 ago 2014

LOS BUITRES DE AFUERA Y DE ADENTRO Por Carlos Oviedo

En pocas horas se vence el plazo para saber si Argentina acepta los condicionamientos del juez Griesa y cede a las pretensiones de los Fondos Buitres o mantiene, contra todo lo recomendado por todos los políticos que hoy encabezan las encuestas de intención de voto a presidente, una actitud que nos permita sostener la reestructuración de la deuda realizada con el 93% de los acreedores. 
Esta reestructuración permitió una de las quitas más importantes de la historia (casi un 70%). A pesar de esto tanto Massa, Scioli, Macri, Sanz, Cobos, Binner y Carrió hacen campaña para presionar al Gobierno Nacional a que acepte el pronunciamiento del juez de Nueva York, haciéndonos recordar a la década del 90´, cuando teníamos "relaciones carnales" con EE.UU. Rápidamente, los candidatos que el establishment financiero internacional ve con buenos ojos para presidir los destinos de país a partir del 2015, se alinearon con el poder económico extranjero. A ninguno se le ocurrió hablar de la "CONADEP de la corrupción" para aquellos que han generado esta deuda externa ilegítima, nadie planteó enjuiciar a los responsables del Blindaje y el Megacanje que le robaron al país entre comisiones, intereses y capital mas de 55.000 millones de dólares, nadie planteó que los funcionarios responsables respondieran con sus bienes personales por esta deuda que, hasta el 2001, representaba el 166% de nuestro PBI.
Al pedido de acatamiento con el juez yanqui se sumaron los genuflexos periodistas de turno, aduladores del capitalismo salvaje. 

En marzo de 1976, cuando se produce el golpe militar, la deuda externa de Argentina era de 7000 millones de dólares. Con la Junta Militar asumía ese oscuro personaje, ideólogo civil del GRAN ENDEUDAMIENTO que comenzaba, Alfredo Martínez de Hoz, representante de la Sociedad Rural, cuyo actual Presidente Luis Miguel Etchevere habla de "década depredada", desconociendo las tantísimas décadas de depredación real que la institución que conduce ha ejercido contra el pueblo.
Después vendría otro robo: el proceso de la estatización de la deuda privada por más de 20.000 millones de dólares, aumentando la deuda que hoy seguimos pagando todos cuyo máximo responsable, ese otro oscuro personaje, llamado Domingo Felipe Cavallo, luego sería Ministro de Economía del Gobierno de Carlos Menem y la Alianza. Este mismo personaje hoy se atreve, sin vergüenza alguna, a criticar al Gobierno Nacional y da consejos de lo que deberíamos hacer. En esa misma línea hacen recomendaciones, sobre cómo resolver el planteo del octagenario juez, renombrados economistas ex funcionarios como Martín Redrado y Martín Lousteau, hablando de mala praxis por parte del Gobierno Nacional. Ni que decir del macrista Federico Sturzenegger, uno de los responsables del Megacanje, que este fin de semana señaló en el diario Clarín los 7 "errores" que cometió el Gobierno. Pareciera que para estos personajes los argentinos no tenemos MEMORIA. 
Desde 1976, cuando el gobierno militar comienza este robo sistemático (recordemos a Amado Olmos), este endeudamiento salvaje que no se detiene hasta el 2001, Argentina no ha hecho otra cosa que pagar miles y miles de millones de dólares en concepto de intereses de la deuda hasta la declaración de default. Desde el 2003, el país se ha desendeudado, no se volvió a pedir dinero, se pagó la deuda al FMI, se reestructuró la deuda con el 93% de los deudores, se arregló la deuda con el Club de París y se resolvieron los juicios con el CIADI, llevando la deuda en la actualidad a menos del 40% del PBI. 
Es verdad que falta mucho por hacer pero, aún con todas las diferencias que se pueda tener con este Gobierno, la posición de Argentina ante los fondos buitres y el capitalismo salvaje se inscribe en las mejores tradiciones de defensa de la soberanía nacional. La posición de nuestros funcionarios en la OEA marcan un hito que es parte del hilo conductor iniciado con el NO AL ALCA de Néstor Kirchner y el Comandante Chávez, que se continúa con la declaración de Cristina contra la usura y la especulación financiera en la reunión del BRICS en Fortaleza. Es la inscripción de la Argentina en este mundo multipolar que nace y que pretende ser más justo y solidario.
Vivimos horas decisivas, la posición que asumamos ante los Fondos Buitres es divisoria de aguas, por eso es necesario que apliquemos las enseñanzas de Memoria, Verdad y Justicia a este conflicto para que nunca más volvamos a equivocarnos, que no nos vuelvan a arrastrar al pasado, que todos unidos sentemos las bases de nuestra querida Patria, como parte indisoluble del UNASUR, por la construcción de un pueblo feliz y por el futuro de los que vendrán.