15 may 2013

UN MONSTRUO DE MIL TENTÁCULOS Por Ramón Vallejos


"Moralina de alto riesgo


Estamos presenciando un drama que sistemáticamente se pone en escena en momentos muy precisos de la historia nacional: la moral de los poderosos se inflama cada vez que un gobierno popular afecta sus privilegios o intereses. Esa táctica de deslegitimar al Gobierno en nombre de una tan curiosa como impactante “lucha contra la corrupción”, como paso previo al asalto del Estado, dio los resultados esperados en 1930 y en 1955. Habrá que ver qué pasa de ahora en adelante.

No se trata de menoscabar la gravedad de ilícitos que funcionarios de cualquier gobierno pudieran cometer. Sí de develar una forma sutil de corrupción que consiste en condenar ciertos hechos –a veces con razón– al mismo tiempo que se ocultan otros, tanto o más perjudiciales para el conjunto social. En otras palabras, de mostrar el uso oportunista de la moral.
Efectivamente, ¿cuál es la moral de los sectores dominantes y sus aparatos de prensa? ¿La que condena presuntas malversaciones de recursos públicos, pero nunca cuestionó la apropiación indebida de las tierras más productivas del país por parte de una minoría? ¿La que no se inmutó cuando las privatizaciones de servicios públicos fueron resueltas por funcionarios vinculados con estudios jurídicos que asesoraban a los adjudicatarios, pero ahora enciende alarmas con informes falaces sobre la gestión de la YPF recuperada? ¿La que ve enriquecimiento ilícito en la declaración jurada de cada funcionario, pero celebró aquella escandalosa renegociación de la deuda externa conocida como “blindaje”? ¿La que dedica minutos de televisión y tapas de los diarios a hechos de violencia con los que construye el discurso de la “inseguridad”, pero militó resistencia al avance de los juicios por crímenes de lesa humanidad? ¿La que no reputa indigno que algunos estudios jurídicos hayan amasado fortunas a costa del Estado, pero se escandaliza por la democratización de la Justicia en nombre de una ilusoria independencia de los jueces? ¿La que nada dijo sobre el informe con el que la Comisión Nacional de Valores confirmó que la última dictadura –conducida por la flor y nata de la oligarquía nativa– fue una versión criolla del fascismo, pero se altera cuando los poderes democráticos legislan para regular y controlar el mercado de capitales? ¿La que nunca condenó la fuga de divisas, pero le otorga el estatus de problema grave al control de cambios?
Ahora bien, ¿cómo es posible que semejante impostura encuentre eco en amplios segmentos de las capas medias que funcionan como fuerza de choque de los sectores dominantes?", dice Mario de Casas, Presidente del ENRE ( Ente Nacional de Regulación de la Electricidad) en Pág/12 del 5/05/2013.
-----------------------
Esta moralina se reproduce por los medios de comunicación que denominamos UN MONSTRUO DE MIL TENTÁCULOS, constituído por la cabeza del Grupo Clarín y sus repetidores en radios, diarios (cautivos por el papel) y televisión de todo el país, que son consumidos casi compulsivamente, por amplios sectores de clase media, comerciantes, jubilados y trabajadores que estaban fundidos en 2001/02, sin trabajo y sin dinero (que les habían robado los bancos con la complicidad de los gobiernos de turno) y levantaron cabeza gracias a la política económica implementada por el gobierno kirchnerista desde 2003 y la continuación hasta la fecha, con producción, trabajo e inclusión social. Sin embargo es tan potente la reproducción de mentiras, calumnias y desinformación, que esta gente, que se cree tan impoluta, ( que viene de la cultura "del yo no fui, el no te metás, el algo habrán hecho y el odio a los negros, a los cuales el gobierno les regala todo, mientras yo me rompí trabajando"), denosta la corrupción oficial y la inseguridad, con la que le llenan la cabeza todo el día, la noche y donde sea, y no existe para ellos más que esos dos temas. Si no les pasó nada no importa se lo dijeron, lo escucharon, "le pasó a un amigo de mi amigo", pero todos repiten como loros haciéndole el juego a sus captores que son muy hábiles para presentar sus "investigaciones" falsas que nunca se comprobarán, ni les importa porque el daño ya está hecho.
Con este monstruo tan inmenso y poderoso es muy difícil competir y para ello lo estamos haciendo con una varita de mimbre, mientras ellos nos tiran con misiles, con complicidad del poder judicial que no permite la aplicación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, avasallando a los otros dos poderes del Estado, el Legislativo y el Ejecutivo, ni investiga los hechos en los cuales están involucrados sus poderosas cabezas, como lavado de dinero en paraísos fiscales, complicidad con la dictadura de 1976, o apropiación indebida de niños, y de activos como la empresa Papel Prensa, etc.. Mientras el resto de la clase políitica, "escupe para arriba", favoreciendo a la antipolítica que pregonan sus mandantes de las corporaciones "garcas".
Una idea posible para contrarrestar este esquema tan adverso sería convocar urgentemente a un amplio congreso de la comunicación argentina, con participación de universidades, sociólogos, politólogos e intelectuales, que puedan desarrollar un trabajo conjunto que permita llegar a todos los ciudadanos con información veraz y positiva, a través de medios idóneos y masivos, que apunte a cambiar la cultura descripta.
Mientras tanto debemos felicitar a la maravillosa juventud argentina, despierta, inteligente, solidaria, trabajadora y militante, que con espíritu positivo lleva adelante las banderas de la Patria hacia el triunfo final. Ramón Vallejos-13 de mayo de 2013
No se trata de menoscabar la gravedad de ilícitos que funcionarios de cualquier gobierno pudieran cometer. Sí de develar una forma sutil de corrupción que consiste en condenar ciertos hechos –a veces con razón– al mismo tiempo que se ocultan otros, tanto o más perjudiciales para el conjunto social. En otras palabras, de mostrar el uso oportunista de la moral.
Efectivamente, ¿cuál es la moral de los sectores dominantes y sus aparatos de prensa? ¿La que condena presuntas malversaciones de recursos públicos, pero nunca cuestionó la apropiación indebida de las tierras más productivas del país por parte de una minoría? ¿La que no se inmutó cuando las privatizaciones de servicios públicos fueron resueltas por funcionarios vinculados con estudios jurídicos que asesoraban a los adjudicatarios, pero ahora enciende alarmas con informes falaces sobre la gestión de la YPF recuperada? ¿La que ve enriquecimiento ilícito en la declaración jurada de cada funcionario, pero celebró aquella escandalosa renegociación de la deuda externa conocida como “blindaje”? ¿La que dedica minutos de televisión y tapas de los diarios a hechos de violencia con los que construye el discurso de la “inseguridad”, pero militó resistencia al avance de los juicios por crímenes de lesa humanidad? ¿La que no reputa indigno que algunos estudios jurídicos hayan amasado fortunas a costa del Estado, pero se escandaliza por la democratización de la Justicia en nombre de una ilusoria independencia de los jueces? ¿La que nada dijo sobre el informe con el que la Comisión Nacional de Valores confirmó que la última dictadura –conducida por la flor y nata de la oligarquía nativa– fue una versión criolla del fascismo, pero se altera cuando los poderes democráticos legislan para regular y controlar el mercado de capitales? ¿La que nunca condenó la fuga de divisas, pero le otorga el estatus de problema grave al control de cambios?
Ahora bien, ¿cómo es posible que semejante impostura encuentre eco en amplios segmentos de las capas medias que funcionan como fuerza de choque de los sectores dominantes?", dice Mario de Casas, Presidente del ENRE ( Ente Nacional de Regulación de la Electricidad) en Pág/12 del 5/05/2013.
-----------------------
Esta moralina se reproduce por los medios de comunicación que denominamos UN MONSTRUO DE MIL TENTÁCULOS, constituído por la cabeza del Grupo Clarín y sus repetidores en radios, diarios (cautivos por el papel) y televisión de todo el país, que son consumidos casi compulsivamente, por amplios sectores de clase media, comerciantes, jubilados y trabajadores que estaban fundidos en 2001/02, sin trabajo y sin dinero (que les habían robado los bancos con la complicidad de los gobiernos de turno) y levantaron cabeza gracias a la política económica implementada por el gobierno kirchnerista desde 2003 y la continuación hasta la fecha, con producción, trabajo e inclusión social. Sin embargo es tan potente la reproducción de mentiras, calumnias y desinformación, que esta gente, que se cree tan impoluta, ( que viene de la cultura "del yo no fui, el no te metás, el algo habrán hecho y el odio a los negros, a los cuales el gobierno les regala todo, mientras yo me rompí trabajando"), denosta la corrupción oficial y la inseguridad, con la que le llenan la cabeza todo el día, la noche y donde sea, y no existe para ellos más que esos dos temas. Si no les pasó nada no importa se lo dijeron, lo escucharon, "le pasó a un amigo de mi amigo", pero todos repiten como loros haciéndole el juego a sus captores que son muy hábiles para presentar sus "investigaciones" falsas que nunca se comprobarán, ni les importa porque el daño ya está hecho.
Con este monstruo tan inmenso y poderoso es muy difícil competir y para ello lo estamos haciendo con una varita de mimbre, mientras ellos nos tiran con misiles, con complicidad del poder judicial que no permite la aplicación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, avasallando a los otros dos poderes del Estado, el Legislativo y el Ejecutivo, ni investiga los hechos en los cuales están involucrados sus poderosas cabezas, como lavado de dinero en paraísos fiscales, complicidad con la dictadura de 1976, o apropiación indebida de niños, y de activos como la empresa Papel Prensa, etc.. Mientras el resto de la clase políitica, "escupe para arriba", favoreciendo a la antipolítica que pregonan sus mandantes de las corporaciones "garcas".
Una idea posible para contrarrestar este esquema tan adverso sería convocar urgentemente a un amplio congreso de la comunicación argentina, con participación de universidades, sociólogos, politólogos e intelectuales, que puedan desarrollar un trabajo conjunto que permita llegar a todos los ciudadanos con información veraz y positiva, a través de medios idóneos y masivos, que apunte a cambiar la cultura descripta.
Mientras tanto debemos felicitar a la maravillosa juventud argentina, despierta, inteligente, solidaria, trabajadora y militante, que con espíritu positivo lleva adelante las banderas de la Patria hacia el triunfo final. Ramón Vallejos-13 de mayo de 2013