SE AHORRAN U$S 2.500 MILLONES DE DOLARES EN LO QUE VA DEL AÑO
POR LA ADMINISTRACION DEL COMERCIO EXTERIOR
El superávit del balance comercial superó -entre enero y septiembre- en U$S 942 millones la meta prefijada por el Gobierno Nacional -de U$S 10.000 millones para el año en curso-. El resultado comercial acumulado en lo que va del año representa un aumento de 34 % respecto del mismo período de 2011.
La política de administración del comercio exterior mediante licencias no automáticas (LNA) y declaraciones juradas anticipada de importación (DJAI) resultó efectiva y determinante para lograr ahorrar un total de U$S 25501 millones en los primeros nueve meses del año. Dicho cálculo surge de estimar lo que deberían haber crecido las importaciones -excluyendo los combustibles y lubricantes- a partir del aumento acumulado del PBI argentino de 2.3%2 durante 2012, si no hubiera existido dicha política.
Así las importaciones deberían haberse expandido casi el 6% en 2012, en lugar de la caída verificada del 8% en los primeros nueve meses del año (-9,6% excluyendo combustibles) y el superávit comercial se hubiese reducido a la suma de U$S 8.400 millones, apenas un 3% por encima del observado en el mismo período de 2011.
Los Bienes de Capital fueron los que más sufrieron la caída en el año (-16%) como consecuencia, no de la administración del comercio exterior, sino de la merma en la actividad económica en el primer semestre y a que se sintió con fuerza la disminución de la inversión durante dicho período. También las piezas y accesorios de capital (-7%), muy ligado al proceso inversor, sintieron la menor demanda local.
La baja en Bienes Intermedios (-10%) y Bienes de Consumo (-11%) que representan entre ambos el 39% de las importaciones, fueron los rubros donde apuntaron las LNA y las DJAI, en el marco de la política de sustitución de importaciones, donde se busca un mayor encadenamiento industrial puertas adentro, fomentando así la producción local de insumos claves para la industria y lograr un fuerte ahorro de divisas, en tiempos de una crisis internacional que no parece tener solución en el corto plazo.
El déficit en el sector energético por su parte sumaba hasta septiembre de 2012 U$S 3.0603 millones contra los U$S 2.900 millones del mismo período del año anterior, un 5% de incremento, lo que es una buena noticia teniendo en cuenta que se había
1 Elasticidad importaciones-PBI para el periodo 1993-2011 luego de realizar diversas pruebas econométricas: Elasticidad según los modelos1) ECM: 2.21 2) VAR:2.28 y 3) OLS:3.09
2 INDEC. Estimador Mensual de la Actividad Económica. Agosto 2012
3 ICA. INDEC. Septiembre de 2012.
La graN maKro
GACETILLA ECONOMICA Nº10
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Alejandro Robba, Agustín D’Attellis, Emiliano Colombo, Fernanda Vallejos
pasado de un superávit energético de U$S 1.760 millones de dólares en 2010 a un déficit de U$S 2.784 millones el año pasado. Las importaciones de combustibles durante el año no se modificaron en términos de cantidad, lo que evidencia el impacto de la desaceleración económica en la demanda de energía.
Es de destacar que YPF redujo las importaciones en un 28%4, lo que muestra a las claras el cambio en la política desde la expropiación del 51% de su paquete accionario, ocurrida en Abril de este año. Dicha compañía es clave en el proceso de soberanía energética, ya que representó el 23% de las importaciones totales en 20115.
Otro de los aspectos a destacar como producto de las políticas de administración del comercio exterior es la menor presión sobre el dólar al aminorar su demanda para compras externas, permitiendo al Banco Central acrecentar el ritmo de compras en el mercado ante la mayor disponibilidad de divisas.
Sin lugar a dudas, la crisis económica mundial, que hizo caer las exportaciones argentinas en un 3%, producto del estancamiento de nuestro principal socio comercial (Brasil) -donde las ventas cayeron un 6%-, de la menor demanda en la Unión Europea (-14%), y de la desaceleración en China -reflejada en una caída de 11% en la demanda de nuestras exportaciones a ese destino-, hubiese posicionado al mercado interno argentino como un destino propicio para colocar los productos del resto del mundo, comprimiendo el superávit comercial y desmejorando la cuenta corriente. Es decir, enfrentando a la economía a una situación de restricción externa.
La decisión de una mayor regulación sobre el comercio exterior argentino permite obtener beneficios como:
Mejorar la performance del comercio exterior: en términos de un balance comercial superavitario año tras año, en donde la restricción externa no sea un escollo para el crecimiento económico.
Administrar las divisas para el desarrollo de sectores productivos estratégicos: el uso de divisas para aquellos sectores que impulsan el crecimiento y el desarrollo nacional, en el marco de asegurar los insumos necesarios en sectores que sustituyen importaciones.
4 Secretaria de Energía de la Nación. Septiembre 2012
5 Idem.
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Preservar el valor de la moneda, al aminorar la presión sobre la demanda de dólares para el pago de importaciones, permite equilibrar y controlar el mercado de divisas quitándole presión a la autoridad monetaria de tener que ofrecer divisas constantemente ante desequilibrios en el mercado cambiario que presionen hacia una devaluación de la moneda doméstica.
Reforzar el stock de Reservas Internacionales del Banco Central, que junto a las nuevas regulaciones en el acceso al mercado cambiario, permiten fortalecer la capacidad de la autoridad monetaria para captar las divisas excedentes en el mercado, acrecentando su stock y atendiendo el pago de la deuda externa que consolida el proceso de desendeudamiento.
