SÁBADO, 27 DE OCTUBRE DE 2012
En las semanas precedentes, una de las grandes preguntas de todos los kirchneristas fue que modalidad de actos o celebraciones se adoptaría para el segundo aniversario de la muerte de Néstor Kirchner.
Durante semanas hubo silencio, y si bien todos especulaban con un posible gran acto en la Plaza de Mayo, los anuncios no llegaban.
Finalmente, hace pocos días, se anunció lo que nadie esperaba: las organizaciones territoriales harían recordatorios con eventos en sus propios distritos, y se recordaría a Néstor “en TODAS las plazas del país”. Lo más parecido a un acto centralizado fue el evento de Parque Lezama, con fuerte presencia del Grupo Carta Abierta, y al que adhirieron muchas organizaciones. Pero, de Plaza de Mayo… nada.
Pero la costumbre tira; pese a la no convocatoria a la Plaza, muchos decidieron autoconvocarse. Gente que iba sola o con un par de amigos, y que había acordado encontrarse con otros amigos, conocidos o compañeros de trabajo que iban a ir. Cada uno por su cuenta, a distinta hora…
A las 16.30 la plaza estaba desolada… algunos turistas; los excombatientes que tienen armada una carpa en un rincón; algunas personas con aspecto de desorientados escrutando caras en busca de conocidos (la avanzada de esos autoconvocados). Pasaron los minutos, y las llamadas por celular a conocidos que habían prometido concurrir arreciaban.
Pasadas holgadamente las 17.00 comenzaban a notarse en algunos sectores de la plaza grupitos menores a la media docena de personas que charlaban y parecían hacer tiempo, como esperando. De a poco, esa espera se vio recompensada. Comenzó a aparecer gente suelta que encontraba a sus conocidos en la plaza. Muchos traían banderines o remeras con leyendas alusivas a la figura del Néstor. Otros se habían “uniformado” con la camiseta de la selección argentina.
Gente suelta, otros que llegaban con amigos, otros que se juntaban con amistades digitales de facebook o twitter, y que en muchos casos entraban en contacto físico por primera vez. Ni micros ni grandes organizaciones… lo más parecido a eso fue una columna menor a las cien personas con grandes banderas que decían PJ Digital… y es que la mayoría de la gente que se congregó en la Plaza coincide en su cibermilitancia, y se conoce o conoció originalmente por las redes sociales.
Dentro de este marco, la asistencia tenía la asombrosa diversidad que caracteriza a todas las plazas kirchneristas… distintas edades, distintas condiciones sociales, distintas orientaciones sexuales, y un caleidoscopio de banderas, desde la Whipala a muchas hechas a mano con mucho amor y un pedazo de tela blanca. Era muy estridente la falta de las banderas de las grandes organizaciones territoriales, como La Cámpora, Kolina, la JP Evita, Miles o tantas otras, que no habían convocado, y cuyos integrantes, si concurrieron, lo hicieron por las suyas y no orgánicamente.
Tanto hablaron los caceroleros de la “espontaneidad” de sus marchas organizadas por las redes sociales durante semanas, o más bien meses (¿Cuánto hace que sabemos que organizan una protesta “espontánea” para el 8N?) que a uno le cuesta reconocer la “espontaneidad” verdadera.
Porque hoy nadie convocaba. Hoy la gente se convocó sola, y acordó juntarse con media docena de amigos.
Javier Garín lo había dicho en un tuit ayer: sostuvo que tenía ganas de ir a la Plaza de Mayo con su termo a tomarse unos amargos mientras recordaba a un amigo…O muchos pensaron como Javier, o muchos quisieron acompañarlo, pero lo concreto es que el sábado 27 de octubre de 2012, como pasó hace dos años, miles de personas acudieron a la Plaza de Mayo para despedir a un amigo.
Ni micros, ni panchos, ni coca… solo algunos miles de personas que, en forma pacífica, en familia y con todo respeto decidieron dejar bien en claro que ese 54% se corporiza en millones de ciudadanos que se sienten comprometidos con un proyecto político que los contiene y representa.
Adrián Corbella, 27 de octubre de 2012
