"El Presupuesto para el año 2013 no va a plantear un ajuste"
El ex viceministro abocado a su tarea legislativa asegura que la oposición no tiene propuestas alternativas. Además avizora una "ley de leyes" equilibrada pero sugiere "orientar la inversión". Arranca él solo apenas corta el teléfono y, resignado dice, "pensé que iba a ser más tranquilo..." Se refiere a su labor parlamentaria, en comparación con su tarea ejecutiva como viceministro de Economía que ejerció durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
–Pero implica menos responsabilidad desde el punto de vista ejecutivo…
–Estando en el Ejecutivo son mínimo cuatro o cinco decisiones
fuertes por día. Acá hay un escenario donde los consensos son más laxos.
Es un cuerpo colegiado, donde todos somos pares, yo soy presidente pero
todos fuimos votados por el pueblo. Hay mucho debate y un trabajo de
consenso distinto, más horizontal.
–Y un abordaje más profundo….
–Una ley es para una generación. No es elaborar un decreto. Se
busca más consenso del que se dice. En la comisión los despachos
salieron casi todos por unanimidad.
–¿Existe una falta de proyecto de la oposición o hay una confluencia con el gobierno?
–A la oposición le va bien cuando abandona la agenda de Clarín.
Como con YPF. Se recompone una visión cuando los que no apoyan saben que
se quedan afuera.
–Pero voces pro devaluación, por ejemplo, ¿aparecen en el Congreso?
–Cuando Abal Medina expuso sobre la marcha del gobierno, no se
expresó la visión de la oposición sobre política industrial y cambiaria o
sobre inserción internacional. Ahí quedó clara la falta de propuestas.
–Entonces, ¿hay falta de proyecto o no lo pueden publicitar?
–Trabajan con el copete de Clarín además de un alto nivel de
pobreza intelectual. Dicen que la Argentina está aislada porque no puede
tomar deuda y la presidenta se reunió con Dilma (Brasil, nuestro
principal socio comercial) y con Wen Jiabao, primer ministro chino, que
es la segunda economía mundial. Nadie planteó cómo resolver el déficit
con Brasil. Con los chinos se trazaron una infinidad de acuerdos y nadie
aportó nada. Lo mismo sobre tipo de cambio y política fiscal. Cuál es
la política tarifaria de la oposición. ¿Quieren aumentarlas? ¿Cómo?
¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Y sobre el arreglo con el Club de París? ¿Hay que
aceptar la reunión con el FMI? Cuando asumí, revisé el estado
parlamentario porque el mundo no empieza cuando uno llega. Pensé
encontrar grandes proyectos de reforma tributaria. Había 127 de los
cuales 118 eran de rebaja impositiva. Destruían el sistema tributario.
–¿Qué pasa con la situación internacional y el financiamiento?
–El gobierno no trabaja con la cuenta capital: sólo con la cuenta corriente.
–¿Cómo explica entonces que el riesgo país esté alto si el
escenario macro está estable y la Argentina cumple los compromisos? ¿No
le conviene a los bancos prestarle a la Argentina?
–El problema es que la salida de la Argentina frente a la deuda, para el sector financiero. No es un buen ejemplo para Europa.
Reconocer que vuelve al mercado financiero diez años después y suelta
de cuerpo es una señal fuerte de cómo salir. Pero no quieren eso. Europa
tiene deudas mayores y se crearía un efecto dominó porque se va Grecia y
atrás Portugal, Italia etcétera. Hay una fuerte presión de los bancos
que no quieren que haya una salida reestructuradora que destruya capital
financiero. El Club de París es más un problema comercial que
financiero. Ellos quieren resolverlo porque prestan para crédito
comercial. Son casi 8000 millones de dólares. Para un país que exporta
75 mil millones y tiene 45 mil millones de reservas no parece una
situación grave. Pero para dar las cuotas quieren hacer valer el
artículo 4º y obligarnos a recibir al FMI. La otra restricción es que la
burocracia del FMI no nos quiere porque dijimos que, cuando los
escuchamos, nos fue como el demonio y, cuando los echamos, crecimos como
nunca en la historia. Es una señal potente hacia el mundo financiero.
–¿No hay opción de cerrar con el Club de París evitando la visita del FMI?
–No hay opción, a no ser que paguemos de contado. En su momento se evaluó pero ahora no hay condiciones para eso.
–¿Cómo está el escenario económico local?
–Una vez más la Argentina recuperó su sendero de país señero
antiimperialista. A fin del año pasado decían que llegaría la hora de
pagar la fiesta. Dos años de crecimiento al 9%, gran consumo, se angostó
el superávit fiscal y comercial. Ahí la presidenta dijo: "No voy a
aceptar las condiciones para tomar deuda ni voy a salir con una
devaluación abrupta para corregir el mercado cambiario." Entonces se
comenzó un trabajo de administración de la cuenta corriente. Además de
rescatar deuda externa y transformarla en deuda intraestatal para bajar
las condicionalidades. Este año hay fuertes desembolsos que tienen que
ver con tres déficits del sector externo, el primero la energía que es
de unos 6000 millones de dólares, otro Brasil por una cifra similar y
otro tanto en Boden y Cupon PBI. Dieciocho mil millones, cuya única
fuente es el superávit comercial y las reservas. Por eso se estatiza
YPF, por eso hay rondas con Brasil y por eso la reforma de la Carta
Orgánica, para desenganchar las reservas de la política monetaria.
–Pero la crisis internacional sigue sin encontrar salida…
–La economía no va a caer tanto como en 2009 y va a tener un
repunte más suave que va a verse en octubre. La crisis en Europa es
estructural. Ellos están planteando la relación entre capital y trabajo,
entre capital financiero y capital productivo y entre Alemania y el
resto. Se verá cómo se resuelve. Nosotros exportamos el 21% a Europa.
Tenemos que pensar en remplazar ese mercado y también apelar al mercado
interno.
–¿Y la fuga de capitales cómo se frena? Porque con las medidas que se tomaron las reservas siguen siendo las mismas…
–El gobierno aplicó restricciones en el dólar comercial, en el giro
de dividendos y utilidades al exterior y en la demanda de dólares para
atesoramiento. Una se prohibió, la otra se restringió y otra la
empezamos a ordenar. Así vamos a llegar a 12 mil millones de dólares de
superávit. Si terminamos el año pagando los vencimientos de Boden y
Cupón PBI y con más de 45 mil millones de reservas estamos hechos.
–Dicen que la política de estímulo al consumo es contradictoria con
la inversión… Hay una caída después del pico de finales de 2011.
–Sí, hay una leve caída que se ve en la retracción de la
importación de bienes de capital. Se espera una recuperación suave de la
economía hacia fin de este año. El impulso a la inversión está dado,
para los agentes económicos, por la continuidad política del actual
modelo. En rigor de verdad, más allá de los medios hegemónicos y la
oposición, el planteo de la re-reelección no espanta sino que
tranquiliza.
–¿Y es sostenible políticamente?
–Hay que crear un escenario que permita convergencias. Tipo de cambio esperado, inflación, tasas de interés y tarifas.
–Hoy, para muchos, el tipo de cambio esperado es el dólar blue…
–No se puede convalidar una tasa de ganancia monumental en dólares.
El dólar blue hace eso. Si soy importador y el gobierno me deja fluir
los dólares que necesito para comerciar no hay daño. Se está
cuestionando es que se tenga que ganar en dólares. Para pesificar es
necesario un ordenamiento de precios relativos.
–¿Y hasta cuándo las restricciones cambiarias? ¿Ya es una política de Estado o sólo un momento?
–Si tenés una política industrial de sustitución de importaciones
sostenible en el tiempo te desaparece una restricción, si le planteás al
capital extranjero que no puede repatriar utilidades a lo perro. El
dólar para atesoramiento es el ahorro por previsión. Hay que lograr que
la gente ahorre en pesos. La Argentina tiene que ir a un coeficiente de
monetización más alto. En Brasil es el doble. Si lográs que inflación y
tasas de interés se neutralizan, no hay problema.
–¿Por qué el gobierno no devalúa?
–Porque impacta en los sectores de ingresos fijos. La Argentina
tiene un desfiladero estrecho. Si tengo tipo de cambio bajo, me afecta
el empleo, si lo tengo alto, el salario. Para eso es la "flotación
cambiaria administrada".
–¿Quién se va a beneficiar y quién va a perder este año?
–Los recursos fiscales que se liberen van a mejorar los pisos de
ingreso. Los sectores más vulnerables van a sentir mucho menos que los
del segundo y tercer decil. El éxito va a ser mantener el empleo. Hay
que discutir quiénes tienen que pagar más. Por ahora una parte se
sustenta con el buen precio de la soja. El gobierno le está planteando a
las provincias que suban sus impuestos inmobiliarios. Ese es un rumbo.
Ellos tienen un déficit de 1200 millones tienen que ver como lo
resuelven.
–¿Y los gobernadores van a a aplicar impuestos sobre la propiedad o pagarán en cuotas el aguinaldo?
–Eso depende. Hay que avanzar sobre los impuestos patrimoniales. Es una cuenta pendiente. No se puede monetizar el déficit.
–¿El gobierno no tiene condiciones y voluntad política para una reforma tributaria más agresiva y progresiva?
–Ha hecho mucho. Hubo dos movimientos importantes. Primero, la
presencia del Estado en la economía llegó al 40% del PBI, luego aumentó
sensiblemente la recaudación por el Impuesto a las Ganancias y tributos a
la exportación. Son impuestos progresivos.
–Moyano diría lo contrario…
–No son los asalariados los que explican el incremento de ese
impuesto. El impuesto a bienes personales es el que hay que atacar.
–Hay casos como el Banco Ciudad, el Provincia y Tiempo Argentino
donde los trabajadores lograron que las patronales paguen parte o todo
el impuesto… ¿No se puede transformar en una política general?
–Ese tipo de cosas el gobierno definió que forman parte de las paritarias que están funcionando.
–¿Y qué pasa con los fondos del Banco Ciudad?
–El Ciudad se beneficia de un fondeo de 8000 millones de dólares a
largo plazo y a bajo costo que son los depósitos de la justicia y que
los paga el gobierno nacional. Es lógico que sean sujeto de una
negociación. Es común que los gobiernos provinciales discutan con el
poder central. Es cierto que el proyecto podría haberle condicionado la
posibilidad de préstamos sin quitarle los depósitos. Cuando yo estaba en
el Ciudad hacíamos fideicomisos para financiar obra pública en todos
lados. Un bono largo para la ANSES y uno corto para los bancos. Macri es
un vivo bárbaro que se niega a financiar cualquier cosa que no esté en
la Ciudad.
–¿Y el resto de las provincias? El gobierno plantea que ordenen las
cuentas. Si las provincias quisieran resolver el problema de su crisis
fiscal endeudándose necesitan el gancho del gobierno nacional… ¿lo va a
poner?
–No. El mercado es único. Es como si tomara deuda Nación. La
discusión de gobernar es para que las provincias no resignen su poder
tributario. «
con los subsidios en el tintero de 2013
–¿Cuáles son los trazos gruesos del presupuesto que se necesita?
–Va a repetir el esquema conceptual de 2012. Va a ser un
presupuesto equilibrado. No va a expresarse una tendencia al ajuste.
Pautará un crecimiento a tasas moderadas de entre el 4 y el 5 por
ciento. El gran interrogante son los subsidios. Resolverían un problema
de precios relativos y de equilibrio fiscal. Todo el mundo dice que los
griegos y los españoles son unos vagos. Pero el desequilibrio fiscal
resulta del desequilibrio externo, así fue en la Argentina de la
convertibilidad. El gobierno actúa sobre el sector externo y el fiscal
lo deja correr. No hay que hacer una corrección fiscal ahora cuando
necesitamos que la gente consuma y gaste.
–La ecuación entre quita de subsidios y tarifa. ¿Quién la paga?
–Hay que ver, porque liberar tarifa también permitiría un flujo de
fondos porque las empresas no ponen plata en una empresa con tarifa
manejada con el presupuesto nacional.
con un ojo afuera y otro adentro
–¿A dónde hay que mirar para prevenir turbulencias? ¿A Europa? ¿A Brasil? ¿La actitud del empresariado local?
–Hay que mirar a Brasil.
–¿El real o la actividad?
–La actividad. No dependemos del tipo de cambio sino de la
actividad. Cada punto de crecimiento de Brasil son 800 millones de
exportaciones nuestras. Es rara la política que sigue Brasil porque es
innecesariamente ortodoxa.
–Están muy expuestos a la crisis financiera…
–Están sosteniendo una tasa de interés real positiva y han
devaluado un 20%, tomaron medidas de restricción fiscal mientras que la
economía crece poco. Eso es preocupante. El segundo punto son los
actores sociales internos en la Argentina. En esta etapa hay que
orientar el proceso de inversión.
–¿Cómo se hace?
–Hasta el momento la inversión se autofinanció con utilidades. Eso
creó asimetrías. Ahora hay que orientarlo con un financiamiento porque
si no creas mercado no alcanza. Tiene que haber estímulos a la inversión
del Estado más definidos. Sólo con la macro, hoy, no ordenas el proceso
de inversión.
Las petroleras al podio
La semana pasada, las acciones petroleras y las vinculadas con el
sector fueron las estrellas, a diferencia de las ruedas anteriores, en
las que se caracterizaron por la baja. Petrobras Brasil subió (+6,51%),
seguida por Tenaris (+5,45%) e YPF (+5,02%). Las mayores caídas
estuvieron encabezadas por Edenor (-1,37%) y Comercial del Plata
(-0,97%). Las bajas se debieron, según los expertos, a que la semana
pasada salió la resolución de la Comisión Nacional de Valores respecto
de los fondos comunes de inversión y la norma no fue bien recibida por
el mercado. Por su parte, los bonos retomaron la senda alcista que se
dio principalmente en los nominados en dólares debido a la baja
volatilidad a nivel internacional. Las mayores subas estuvieron
encabezadas por Global 2017 (+5,3%), Cupón del PBI Ley NYC (+5,2%) y
Bonar 2017 (+4,5%). Entre las bajas estuvieron el Descuento Ley
Argentina (0,7%) y Par (-0,5%). Entre los commodities, la soja recuperó
un 3,1%, debido a las sequías que golpean a Estados Unidos, principal
exportador mundial. El petróleo mejoró su performance tras conocerse
buenos indicadores de la economía de Estados Unidos que alejan la
posibilidad de una recesión a nivel mundial; el oro parece haber dejado
de ser considerado un refugio por los inversores.
Fuentes: Puente hermanos
*Semana del viernes 10
al jueves 16 de agosto de 2012.