22 ago 2012

Entrevista a Roberto Feletti, Diputado FPV y Presidente de la Comisón de Presupuesto Por Alfonso Villalobos

"El Presupuesto para el año 2013 no va a plantear un ajuste"

 El ex viceministro abocado a su tarea legislativa asegura que la oposición no tiene propuestas alternativas. Además avizora una "ley de leyes" equilibrada pero sugiere "orientar la inversión". Arranca él solo apenas corta el teléfono y, resignado dice, "pensé que iba a ser más tranquilo..." Se refiere a su labor parlamentaria, en comparación con su tarea ejecutiva como viceministro de Economía que ejerció durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner.

   "Pensá que mi comisión tiene 1053 proyectos", reflexiona, "se cargó la expropiación de YPF, la reforma del BCRA, los subtes, el traslado de los depósitos del Banco Ciudad, ahora Ciccone, los debates sobre el mínimo no imponible.
 
–Pero implica menos responsabilidad desde el punto de vista ejecutivo…
–Estando en el Ejecutivo son mínimo cuatro o cinco decisiones fuertes por día. Acá hay un escenario donde los consensos son más laxos. Es un cuerpo colegiado, donde todos somos pares, yo soy presidente pero todos fuimos votados por el pueblo. Hay mucho debate y un trabajo de consenso distinto, más horizontal.
–Y un abordaje más profundo….
–Una ley es para una generación. No es elaborar un decreto. Se busca más consenso del que se dice. En la comisión los despachos salieron casi todos por unanimidad.
–¿Existe una falta de proyecto de la oposición o hay una confluencia con el gobierno?
–A la oposición le va bien cuando abandona la agenda de Clarín. Como con YPF. Se recompone una visión cuando los que no apoyan saben que se quedan afuera.
–Pero voces pro devaluación, por ejemplo, ¿aparecen en el Congreso?
–Cuando Abal Medina expuso sobre la marcha del gobierno, no se expresó la visión de la oposición sobre política industrial y cambiaria o sobre inserción internacional. Ahí quedó clara la falta de propuestas. 
–Entonces, ¿hay falta de proyecto o no lo pueden publicitar?
–Trabajan con el copete de Clarín además de un alto nivel de pobreza intelectual. Dicen que la Argentina está aislada porque no puede tomar deuda y la presidenta se reunió con Dilma (Brasil, nuestro principal socio comercial) y con Wen Jiabao, primer ministro chino, que es la segunda economía mundial. Nadie planteó cómo resolver el déficit con Brasil. Con los chinos se trazaron una infinidad de acuerdos y nadie aportó nada. Lo mismo sobre tipo de cambio y política fiscal. Cuál es la política tarifaria de la oposición. ¿Quieren aumentarlas? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Y sobre el arreglo con el Club de París? ¿Hay que aceptar la reunión con el FMI? Cuando asumí, revisé el estado parlamentario porque el mundo no empieza cuando uno llega. Pensé encontrar grandes proyectos de reforma tributaria. Había 127 de los cuales 118 eran de rebaja impositiva. Destruían el sistema tributario.
–¿Qué pasa con la situación internacional y el financiamiento?
–El gobierno no trabaja con la cuenta capital: sólo con la cuenta corriente.
–¿Cómo explica entonces que el riesgo país esté alto si el escenario macro está estable y la Argentina cumple los compromisos? ¿No le conviene a los bancos prestarle a la Argentina?
–El problema es que la salida de la Argentina frente a la deuda, para el sector financiero. No es un buen ejemplo para Europa. Reconocer que vuelve al mercado financiero diez años después y suelta de cuerpo es una señal fuerte de cómo salir. Pero no quieren eso. Europa tiene deudas mayores y se crearía un efecto dominó porque se va Grecia y atrás Portugal, Italia etcétera. Hay una fuerte presión de los bancos que no quieren que haya una salida reestructuradora que destruya capital financiero. El Club de París es más un problema comercial que financiero. Ellos quieren resolverlo porque prestan para crédito comercial. Son casi 8000 millones de dólares. Para un país que exporta 75 mil millones y tiene 45 mil millones de reservas no parece una situación grave. Pero para dar las cuotas quieren hacer valer el artículo 4º y obligarnos a recibir al FMI. La otra restricción es que la burocracia del FMI no nos quiere porque dijimos que, cuando los escuchamos, nos fue como el demonio y, cuando los echamos, crecimos como nunca en la historia. Es una señal potente hacia el mundo financiero. 
–¿No hay opción de cerrar con el Club de París evitando la visita del FMI?
–No hay opción, a no ser que paguemos de contado. En su momento se evaluó pero ahora no hay condiciones para eso. 
–¿Cómo está el escenario económico local?
–Una vez más la Argentina recuperó su sendero de país señero antiimperialista. A fin del año pasado decían que llegaría la hora de pagar la fiesta. Dos años de crecimiento al 9%, gran consumo, se angostó el superávit fiscal y comercial. Ahí la presidenta dijo: "No voy a aceptar las condiciones para tomar deuda ni voy a salir con una devaluación abrupta para corregir el mercado cambiario." Entonces se comenzó un trabajo de administración de la cuenta corriente. Además de rescatar deuda externa y transformarla en deuda intraestatal para bajar las condicionalidades. Este año hay fuertes desembolsos que tienen que ver con tres déficits del sector externo, el primero la energía que es de unos 6000 millones de dólares, otro Brasil por una cifra similar y otro tanto en Boden y Cupon PBI. Dieciocho mil millones, cuya única fuente es el superávit comercial y las reservas. Por eso se estatiza YPF, por eso hay rondas con Brasil y por eso la reforma de la Carta Orgánica, para desenganchar las reservas de la política monetaria. 
–Pero la crisis internacional sigue sin encontrar salida…
–La economía no va a caer tanto como en 2009 y va a tener un repunte más suave que va a verse en octubre. La crisis en Europa es estructural. Ellos están planteando la relación entre capital y trabajo, entre capital financiero y capital productivo y entre Alemania y el resto. Se verá cómo se resuelve. Nosotros exportamos el 21% a Europa. Tenemos que pensar en remplazar ese mercado y también apelar al mercado interno.
–¿Y la fuga de capitales cómo se frena? Porque con las medidas que se tomaron las reservas siguen siendo las mismas…
–El gobierno aplicó restricciones en el dólar comercial, en el giro de dividendos y utilidades al exterior y en la demanda de dólares para atesoramiento. Una se prohibió, la otra se restringió y otra la empezamos a ordenar. Así vamos a llegar a 12 mil millones de dólares de superávit. Si terminamos el año pagando los vencimientos de Boden y Cupón PBI y con más de 45 mil millones de reservas estamos hechos. 
–Dicen que la política de estímulo al consumo es contradictoria con la inversión… Hay una caída después del pico de finales de 2011.
–Sí, hay una leve caída que se ve en la retracción de la importación de bienes de capital. Se espera una recuperación suave de la economía hacia fin de este año. El impulso a la inversión está dado, para los agentes económicos, por la continuidad política del actual modelo. En rigor de verdad, más allá de los medios hegemónicos y la oposición, el planteo de la re-reelección no espanta sino que tranquiliza. 
–¿Y es sostenible políticamente?
–Hay que crear un escenario que permita convergencias. Tipo de cambio esperado, inflación, tasas de interés y tarifas. 
–Hoy, para muchos, el tipo de cambio esperado es el dólar blue…
–No se puede convalidar una tasa de ganancia monumental en dólares. El dólar blue hace eso. Si soy importador y el gobierno me deja fluir los dólares que necesito para comerciar no hay daño. Se está cuestionando es que se tenga que ganar en dólares. Para pesificar es necesario un ordenamiento de precios relativos. 
–¿Y hasta cuándo las restricciones cambiarias? ¿Ya es una política de Estado o sólo un momento?
–Si tenés una política industrial de sustitución de importaciones sostenible en el tiempo te desaparece una restricción, si le planteás al capital extranjero que no puede repatriar utilidades a lo perro. El dólar para atesoramiento es el ahorro por previsión. Hay que lograr que la gente ahorre en pesos. La Argentina tiene que ir a un coeficiente de monetización más alto. En Brasil es el doble. Si lográs que inflación y tasas de interés se neutralizan, no hay problema. 
–¿Por qué el gobierno no devalúa?
–Porque impacta en los sectores de ingresos fijos. La Argentina tiene un desfiladero estrecho. Si tengo tipo de cambio bajo, me afecta el empleo, si lo tengo alto, el salario. Para eso es la "flotación cambiaria administrada". 
–¿Quién se va a beneficiar y quién va a perder este año?
–Los recursos fiscales que se liberen van a mejorar los pisos de ingreso. Los sectores más vulnerables van a sentir mucho menos que los del segundo y tercer decil. El éxito va a ser mantener el empleo. Hay que discutir quiénes tienen que pagar más. Por ahora una parte se sustenta con el buen precio de la soja. El gobierno le está planteando a las provincias que suban sus impuestos inmobiliarios. Ese es un rumbo. Ellos tienen un déficit de 1200 millones tienen que ver como lo resuelven. 
–¿Y los gobernadores van a a aplicar impuestos sobre la propiedad o pagarán en cuotas el aguinaldo?
–Eso depende. Hay que avanzar sobre los impuestos patrimoniales. Es una cuenta pendiente. No se puede monetizar el déficit. 
–¿El gobierno no tiene condiciones y voluntad política para una reforma tributaria más agresiva y progresiva?
–Ha hecho mucho. Hubo dos movimientos importantes. Primero, la presencia del Estado en la economía llegó al 40% del PBI, luego aumentó sensiblemente la recaudación por el Impuesto a las Ganancias y tributos a la exportación. Son impuestos progresivos.
–Moyano diría lo contrario…
–No son los asalariados los que explican el incremento de ese impuesto. El impuesto a bienes personales es el que hay que atacar. 
–Hay casos como el Banco Ciudad, el Provincia y Tiempo Argentino donde los trabajadores lograron que las patronales paguen parte o todo el impuesto… ¿No se puede transformar en una política general?
–Ese tipo de cosas el gobierno definió que forman parte de las paritarias que están funcionando.
–¿Y qué pasa con los fondos del Banco Ciudad?
–El Ciudad se beneficia de un fondeo de 8000 millones de dólares a largo plazo y a bajo costo que son los depósitos de la justicia y que los paga el gobierno nacional. Es lógico que sean sujeto de una negociación. Es común que los gobiernos provinciales discutan con el poder central. Es cierto que el proyecto podría haberle condicionado la posibilidad de préstamos sin quitarle los depósitos. Cuando yo estaba en el Ciudad hacíamos fideicomisos para financiar obra pública en todos lados. Un bono largo para la ANSES y uno corto para los bancos. Macri es un vivo bárbaro que se niega a financiar cualquier cosa que no esté en la Ciudad. 
–¿Y el resto de las provincias? El gobierno plantea que ordenen las cuentas. Si las provincias quisieran resolver el problema de su crisis fiscal endeudándose necesitan el gancho del gobierno nacional… ¿lo va a poner?
–No. El mercado es único. Es como si tomara deuda Nación. La discusión de gobernar es para que las provincias no resignen su poder tributario. «
 
con los subsidios en el tintero de 2013
 
–¿Cuáles son los trazos gruesos del presupuesto que se necesita?
–Va a repetir el esquema conceptual  de 2012. Va a ser un presupuesto equilibrado. No va a expresarse una tendencia al ajuste. Pautará un crecimiento a tasas moderadas de entre el 4 y el 5 por ciento. El gran interrogante son los subsidios. Resolverían un problema de precios relativos y de equilibrio fiscal. Todo el mundo dice que los griegos y los españoles son unos vagos. Pero el desequilibrio fiscal resulta del desequilibrio externo, así fue en la Argentina de la convertibilidad. El gobierno actúa sobre el sector externo y el fiscal lo deja correr. No hay que hacer una corrección fiscal ahora cuando necesitamos que la gente consuma y gaste. 
–La ecuación entre quita de subsidios y tarifa. ¿Quién la paga?
–Hay que ver, porque liberar tarifa también permitiría un flujo de fondos porque las empresas no ponen plata en una empresa con tarifa manejada con el presupuesto nacional.
 
con un ojo afuera y otro adentro
 
–¿A dónde hay que mirar para prevenir turbulencias? ¿A Europa? ¿A Brasil? ¿La actitud del empresariado local?
–Hay que mirar a Brasil. 
–¿El real o la actividad?
–La actividad. No dependemos del tipo de cambio sino de la actividad. Cada punto de crecimiento de  Brasil son 800 millones de exportaciones nuestras. Es rara la política que sigue Brasil porque es innecesariamente ortodoxa. 
–Están muy expuestos a la crisis financiera…
–Están sosteniendo una tasa de interés real positiva y han devaluado un 20%, tomaron medidas de restricción fiscal mientras que la economía crece poco. Eso es preocupante. El segundo punto son los actores sociales internos en la Argentina. En esta etapa hay que orientar el proceso de inversión.
–¿Cómo se hace?
–Hasta el momento la inversión se autofinanció con utilidades. Eso creó asimetrías. Ahora hay que orientarlo con un financiamiento porque si no creas mercado no alcanza. Tiene que haber estímulos a la inversión del Estado más definidos. Sólo con la macro, hoy, no ordenas el proceso de inversión.
 
Las petroleras al podio
 
La semana pasada, las acciones petroleras y las vinculadas con el sector fueron las estrellas, a diferencia de las ruedas anteriores, en las que se caracterizaron por la baja. Petrobras Brasil subió (+6,51%), seguida por Tenaris (+5,45%) e YPF (+5,02%). Las mayores caídas estuvieron encabezadas por Edenor (-1,37%) y Comercial del Plata (-0,97%). Las bajas se debieron, según los expertos, a que la semana pasada salió la resolución de la Comisión Nacional de Valores respecto de los fondos comunes de inversión y la norma no fue bien recibida por el mercado. Por su parte, los bonos retomaron la senda alcista que se dio principalmente en los nominados en dólares debido a la baja volatilidad a nivel internacional. Las mayores subas estuvieron encabezadas por Global 2017 (+5,3%), Cupón del PBI Ley NYC (+5,2%) y Bonar 2017 (+4,5%). Entre las bajas estuvieron el Descuento Ley Argentina (0,7%) y Par (-0,5%). Entre los commodities, la soja recuperó un 3,1%, debido a las sequías que golpean a Estados Unidos, principal exportador mundial. El petróleo mejoró su performance tras conocerse buenos indicadores de la economía de Estados Unidos que alejan la posibilidad de una recesión a nivel mundial; el oro parece haber dejado de ser considerado un refugio por los inversores.
Fuentes: Puente hermanos 
*Semana del viernes 10 
al jueves 16 de agosto de 2012.