17 dic 2011

Macri, el vetador serial

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, sumó un veto más a su larga lista. En este caso se trata de la ley que prohíbe la venta de medicamentos en kioscos, góndolas y otros locales comerciales que no sean farmacias. Dicha decisión, paradójicamente, beneficia a un protegido del PRO, el empresario y actual pareja de la diputada Gabriela Michetti, Juan Tonelli.

Setenta y dos son los vetos que aplicó Macri en lo que va de su gestión como mandatario de la Ciudad de Buenos Aires. Entre ellos, se pueden encontrar impedimentos en disposiciones que refieren a Derechos Humanos o como en este caso reciente, a intereses que cubren una imbricada trama donde se juntan el "amiguismo" y los "provechos empresariales".
En lo que refiere a la ley vetada que prohíbe la venta de medicinas sin el asesoramiento de un profesional farmacéutico, todas las voces de la oposición apuntan a un solo nombre: Juan Tonelli. ¿Quién es esta persona? El director ejecutivo de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales de Venta Libre y un estable defensor de las poíticas macristas.
No sólo es la actual pareja de la ex vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sino que se desempeñó como asesor externo de la Fundación Creer y Crecer desde antes del 2007 y mantiene una relación fluida con otros dirigentes del PRO y directivos de la cadena Farmacity, lugar donde asiduamente se pueden comprar medicamentos ubicados en las góndolas.

Gabriela Cerruti, de Nuevo Encuentro, explicó claramento lo sucedido con un solo tweet: "Más claro: Macri vetó la ley de medicamentos porque la pareja de Michetti preside la cámara de venta libre de medicamentos. Se entiende?"
Sin embargo este nuevo veto no llama la atención dentro del ambito político porque Mauricio Macri a lo largo de su gestión, realizó vetos a leyes que protegían a las personas en situación de callederogó el Programa de Empleo para Jóvenes en situación de vulnerabilidad social, dejó sin efecto una iniciativa que otorgaba a los vecinos la posibilidad de llamar en forma gratuita a los servicios de emergencia como el SAME.
Del veto de estas leyes de importante compromiso social se desprende con toda lógica que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tampoco debe estar de acuerdo con algunas políticas de derechos humanos. Mauricio Macri se encargó de vetar un Comité para la Prevención de la Tortura, una ley que otorgaba un subsidio a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y una tercera norma que establecía el Registro de Ex Presos Políticos. Para justificarlo, sus aliados políticos esgrimieron tan solo dificultades técnicas.
Ahora vuelve la polémica por el veto de la creación del Laboratorio estatal de producción de medicamentos en el ámbito de la Ciudad. Dicho organismo tenía la función de elaborar medicamentos genéricos con bajo costo, dejando así el criterio de producción y la formación de precios en manos del mercado. Aquella ley era un gran problema para Juan Tonelli y Farmacity. Mauricio Macri ha instaurado una nueva forma de hacer política: cuando una ley le beneficia a los ciudadanos pero no a sus amigos empresarios, él, simplemente, la veta.
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