2 nov 2011

CADA CUAL EN SU LABERINTO - Por Roberto Páez González

La terca realidad le hace agarrarse la cabeza al presidente francés: Sarkozy no sale de su asombro ante el anuncio de Giorgos Papandreu de convocar a un referéndum -susceptible de dar lugar a elecciones anticipadas- acerca de las decisiones de la reciente cumbre de Bruselas concernientes a Grecia.
Las protestas en las calles griegas y rebeliones en el Pasok lo han puesto al borde de lo  desconocido, una dimensión que, simultáneamente, alcanza también a los líderes europeos en general. 

Señales recientes de que la pastilla no pasa

A pesar de los anuncios producidos por la cumbre de Bruselas, la confianza de los mercados no está plenamente restablecida, como se deduce de la marcha bursátil de hoy, lunes 31 de octubre de 2011.
Los indicadores fueron negativos al cierre: en Wall Street el Dow Jones -1,36 y el Nasdaq1  -1,10%; París -3,16%; Londres -2,77%;  Frankfurt -3,23%; Milán -3,82 %; Madrid -2,92%.
Numerosos bancos sufrieron los embates: el Deutsche Bank cayó el 8,6% y el Commerzbank un 8,47%. En Italie, Intesa Sanpaolo perdió el 7,39 %. Société Générale el 9,79% y BNP Paribas el 9,63%. Crédit agricole 7,68…
También se registra la presión sobre la deuda italiana, aumentando las tasas de las obligaciones a 10 años por encima del 6%.
El plan europeo del jueves pasado no convence a los principales actores económicos. Se estima que varios países no son capaces de hacer cumplir las metas de baja de los déficit y se acrecientan los temores de una recesión más o menos inminente que agravaría la crisis de deudas. Está previsto un encuentro de la FED con la BCE antes de la cumbre del G-20 (ésta tiene lugar los días 4 y 5 de noviembre del corriente año).
También en el tema de la recesión los bancos aparecen en una delicada posición central porque la recapitalización (el incremento de sus fondos propios) genera una presión sobre su capacidad de financiar la economía, en la que la pequeñas y medianas empresas son las más necesitadas, siendo además las más creadoras de empleo.
En la BCE se opera, en pleno torbellino de la zona euro, el reemplazo de Jean-Claude Trichet por Mario Draghi, éste con una carrera consistente en su andarivel, pero con la delicada presea de haber servido a Goldman Sachs de 2002 a 2005, cuando ese banco norteamericano se esmeraba en embellecer las cuentas de Grecia.
Y tratándose de Grecia, sin duda que el anuncio de Papandreu de un referéndum, dado a conocer hoy, replantea todas las previsiones basadas en los acuerdos de la cumbre de Bruselas.
Trasfondo de las tribulaciones de la zona euro
Ya se estaba planteando, no sin insistencia, que había problemas de gobernabilidad en la zona euro. Muchos decían de gobernanza. Predominaba esta última idea por cuanto se atribuían las dudas a la canciller Merkel, antes que al presidente Sarcozy. Esas dudas, la falta de coordinación, la demora en adoptar la respuesta justa a la crisis de deuda griega reflejaban esa falta de gobernanza y se estabelecían hipótesis sobre la necesidad de un gobierno económico, de cierto federalismo, etc. Pero ahora resulta evidente que no se trataba únicamente de asuntos de gobernanza –instituciones y líderes- sino también de gobernabilidad, la que desmarcándose de lo anterior, se estiliza en la falta de pruebas de la tan renombrada convergencia franco-alemana.
En Le Monde de hoy2 un titular de la portada reza: “La convergencia franco-alemana, un discurso lejos de las realidades y se refiere a una nota de Jacques-Pierre Gougeon3. Al acuerdo logrado en Bruselas, lo llama “compromiso” conseguido trabajosamente en la “doble” cumbre del 23 y 26 de octubre.
Seguidamente, describe a la diplomacia francesa como muy interesada por ese tipo de eventos que, sin embargo, no son del agrado del otro lado del Rin, particularmente por el apresuramiento con el que se convocan y porque se convocan demasiado seguido.
Pero estos afanes de la diplomacia francesa disimulan que para la opinión pública alemana Francia es cada vez menos considerada como el  ”socio privilegiado” que era aún en 2005 (en los sondeos, un 18% lo considera así, en vez del 41% de entonces).
Además, Gougeon reseña diferencias en los resultados macroeconómicos que mejor que ilustrar las convergencias subrayan divergencias: en los útimos 5 años, Alemania acumula un crecimiento del 8,6% y Francia apenas un 5,6%, con una diferencia máxima en 2010, con tasas de crecimiento del 3,6% y 1,5%  respectivamente.
Actualmente, la expectativa de crecimiento de Francia fue revisada a la baja y el gobierno la establece en el 1%, pero el principal candidato de la oposición, el socialista François Hollande, dijo no estar seguro de que los hechos confirmen esos dichos.
Asimismo, Alemania vuelve a tener su déficit fiscal por debajo del 3% del PBI en 2011, mientras que en Francia se sitúa en el 5,7%.  El superávit del comercio exterior alemán alcanza a 154 mil millones de euros, contrastando con el déficit francés, en el mismo rubro, de 51 mil millones de euros.
La tasa de paro en Alemania, del 6,6% es de tres puntos menos que la de Francia. Y esto, cuando Alemania todavía está soportando las cargas de la reunificación.
Toda la nota de Gougeon repasa y comenta diversos indicadores que atestiguan estas diferencias de comportamiento de ambas economías.
Lo interesante del caso es que presenta características difícilmente modificables en el corto plazo y que éstas son obstáculos para una gobernabilidad basada en convergencias reales.
De todas las cifras más significativas, las más parecidas son las de deuda pública que fueron para Alemania del 83,2% del PBI4 en 2010 y para Francia del 82,3% el mismo año. Pero ya se sabe que Moody’s amenaza con rebajar la nota (AAA) de Francia y en todo caso hasta los momentos, no la de Alemania.
Otra diferencia consiste en que Angela Merkel llegó a la cumbre de Bruselas legitimada por su parlamento, mientras que el gobierno francés no podrá incluir la “regla de oro” en la constitución, como quería, porque ha perdido la mayoría en el Senado, en favor de la izquierda, liderada por el Partido Socialista.
Cabe agregar la situación de la deuda italiana. Hasta el fin de este año a Italia se le presentan vencimientos por 50 mil millones de euros y en 2012 por 300 mil millones de euros. Y el ya anunciado referéndum griego que hace saltar por los aires la eficacia de los acuerdos de Bruselas.

El G-20 de Cannes

En estas circunstancias, se puede prever que el G-20 del 4 y 5 de noviembre se concentrará en los problemas de la zona euro. Porque la estabilidad de la zona euro interesa poderosamente a los grandes interlocutores de la Unión Europea: Estados Unidos, China, los BRIC y ciertamente a todos los países, porque está en juego la disyuntiva de la reactivación o la recesión.   
Francia preside el G-20. ¿Qué tiene que hacer el G-20 en el contexto de amenazas al euro por la deuda griega, pero también por la italiana y otras que, generalizando abarcan hasta la deuda soberana francesa, hasta ayer una firma de primera, con la etiqueta A A A? ¿Como lograr que los gobiernos se unan para garantizar el incremento del comercio mundial y por ende el crecimiento económico que se imponga al fantasma de la recesión internacional?
La coordinación de políticas económicas no es una novedad y los diversos G-20 anteriores no lograron por esa vía realizar progresos que atenuaran los riesgos de profundización de la crisis con un doble dip.
Desde luego, es inevitable que los países asuman estrategias diferenciadas que tomen en cuenta sus intereses específicos. Entonces, ¿qué es lo que se puede coordinar? Para los dirigentes de los países más desarrollados, lo urgente es recuperar la confianza de los mercados y reactivar las economías para volver a crecer. 
Muchos otros países plantean la necesidad de reglas y en este sentido la presidencia francesa lo admite. ¿Pero se trata de las mismas reglas? Ante las divergencias y la falta de claridad acerca de las reglas y su eficacia algunos países del G-20 pueden plantearse que lo urgente es esperar, aunque parezca paradójico, ya que algunos especialistas estiman que tras las incógnitas que subsisten luego de la última cumbre europea, el de Cannes podría llegar a ser un G-20 para nada. 
La propuesta francesa de poner en el orden del día la especulación sobre las materias primas, el desorden monetario y la tasación de transacciones financieras, con ser del agrado de varios países, no parecen ser las medidas inmediatas que la situación requiere, a estar de lo que los dirigentes plantean: evitar una catástrofe mundial.  
Hoy, la OCDE en sus previsiones de crecimiento lleva a la zona euro a un más que mínimo 0,3% el año que viene. Para los diecisiete países involucrados, la OCDE estima que habrá una baja marcada del crecimiento, llegando a áreas de recesión. Muy lejos del 2% que había establecido para 2012 en la zona euro en mayo pasado. 
Para el conjunto del G-20 pronostica un aumento del 3,9% del PBI en 2011 y del 3,8% en 2012. 
Es notorio que aunque la gobernanza económica mundial sea un tema apasionante, el G-20 tendrá poco tiempo para tratarlo en forma inmediatamente fértil. La idea de constituir un equipo de países líderes no es más que una idea y si llegara a existir tendría que asumir alguno de los trabajos de Hércules, para lo cual, acaso, el equipo no esté equipado. 
Aunque no se diga mucho, líderes, periodistas, geopolíticos y especialistas diversos tratarán de ver y escuchar atentamente lo que China quiera decir. Tal vez sea el aporte neto de este G-20. Si lo hay. Porque sobre la integración del yuan chino es muy posible que China siga considerando que la progresividad de valorización del yuan –muy lenta, lo que exaspera a los occidentales- es la progresividad adecuada y que para cambiar hay tiempo. 
Este grupo de países representa el 85% de la economía mundial y dos tercios de la población del mundo. Del nuevo ciclo de presidencia se encargará, después, México.  
Muchas otras cuestiones se entrelazan en la crisis               
En el actual momento económico, caracterizado por la globalización financiera –ya en un pico de crispación- aparece notorio que para los grandes capitalistas, el capital circulante5 está desvalorizado respecto de otras formas del capital, en particular del capital-dinero que « trabaja » en bancos de inversión, bolsas, etc. Pero esto mismo pone en evidencia la baja de la tasa de ganancia en los sectores industriales avanzados, en los que la relación mixta parece conducida por un verdadero capitalismo del desastre6 con la desvalorización del trabajo, la inculcación de formas diversas de participación en las ganancias de los asalariados, en dividendos, stock-options, etc. con las desigualdades y divisiones que involucran.
Por más que los dirigentes marean la perdiz no se sale de las altas tasas de paro, ni del alto endeudamiento público (aunque, además, del privado), y donde se puede hablar de baja inflación, también se puede hablar de bajo (o nulo) crecimiento o de recesión en ciernes.  
En realidad, la sagacidad de los mercados no va más allá de la punta de la nariz y pierde la brújula en condiciones de incertidumbre. 
La sensación de impotencia de los Estados, como de los organismos multilaterales, revela que las fuerzas que generan las tensiones no se somenten a las formas institucionales y actúan en los mercados y en las manifestaciones espontáneas de las calles.  
Ahora mismo, estos hechos generan una incertidumbre radical que intimida y paraliza también a muchos ciudadanos del primer mundo, mientras que otros resuelven rebatir las versiones oficiales de la verdad y rechazar su lenguaje de culpabilización o resignación que pretenden inculcarles : consideran que la democracia está confiscada y se indignan7 por todas partes. 
No cabe duda que en los Estados modernos, las funciones de justicia, policía y defensa están integradas en una validación social que en las últimas décadas involucraban una protección social. Se podía ver ahí una legitimación del Estado y del poder político que cesa si esos resultados cesan.
¿A la misma velocidad? Quizá, no. Pero a la velocidad que tome lo social –como reacción- nada deja creer tranquilamente que la reacción de indignados y perjudicados por la financiarización y la especulación financiera será puramente simbólica: bien vistas las cosas, acción y reacción tienen orígenes sociales ; y ya decía Marx que la lucha de clases la inicia la burguesía… 
Como los Estados han fallado frente a las solicitaciones de arbitraje que les presentaron los sindicatos, partidos de izquierda, etc. (aunque estos mismos presentaron la mayor parte de las veces reivindicaciones light) se despojaron de parte de sus tareas modernas en beneficio de una presunta virtud presupuestaria, hoy manifiestamente ilusoria, y considerada más bien como la virtud de un círculo vicioso. Quieran mentir o decir lo que creen, están pedaleando con una bicicleta a la que se le salió la cadena, y ya prontos a salir del drama para caer en el ridículo. 
Todo esto, cuando llegamos a ser 7 mil millones al mismo tiempo, en el mismo planeta, pone en cuestión el conjunto de formas con las que los humanos estamos viviendo y nos estamos organizando. Lo dicho, sin el deseo de deducir de ello que nos hallamos al borde de una catástrofe decisiva que por fortuna terminase con el capitalismo y sus injusticias y nos ofreciese un sistema mejor.  
Consultando a la historia, muchos nos convencemos de que a los sistemas se llega. Se llega existencialmente. Los sistemas no existen en la idea, lo que no impide que se formulen ideas que los sistemas que van a existir pondrán en práctica, junto a otras que no se les habrán ocurrido a nadie. 
¿La Unión Europea es un navío predestinado a hundirse por chocar contra el iceberg? El interrogante se vuelve, sobre todo para los europeos: ¿Bueno, qué es la Unión Europea, qué somos? 
El choque podría producirse antes de que la respuesta a esta pregunta sea reelaborada, en cuyo caso, posiblemente desaparezca. Otra forma de organización la reemplazará. La velocidad de los cálculos financieros y de las agencias de notación, etc. le imponen un stress innecesario mediante el ritmo vertiginoso de una supuesta necesidad imperiosa de decisiones sin debate democrático. 
Acostumbrados como estamos a que los especialistas nos presenten novedades que son las que hay que conocer –desde la meteo y los medicamentos hasta descubrimientos de momias y procesos geológicos, pasando por cómo van las chances del país, y por tanto el empleo, los ahorros y las próximas vacaciones- estuvimos aceptando las recetas de los gobernantes, que en general estuvieron de acuerdo entre ellos. 
Hay una parte de responsabilidad de la ciudadanía, de los hombres y mujeres que delegaron excesivamente su incumbencia en la vida, especialmente en la vida social, esto es en lo político. 

::   :: 

Para elegir plantearse una pregunta 
Entre tanto, las interrelaciones estratégicas en este marco de incertidumbres que devastan a los mercados pero también a los pueblos, no se desembarazan, ostensiblemente de las condiciones neoliberales que nos trajeron hasta aquí.
China, por ejemplo, se comprometió con el FEEF, pero la contrapartida explícita es que se la considere economía de mercado. Por su parte, Cameron –recordamos que Gran Bretaña no está en la zona euro- ha irritado a los líderes de la zona y especialmente a Sarcozy, que lo trató de meterete.
Ahora bien, es indudable que, pase lo que pase en la zona euro, no es indistinto para Gran Bretaña, como no es indiferente para nadie. Y Cameron intervendrá sobre el tema en el G-20 del 4 de noviembre en Cannes. Pasará lo mismo con Obama. Ya todos sabemos que se reunirá por separado con Merkel y con Sarcozy. ¿Por qué por separado? ¿y por qué todos lo sabemos? No cabe duda que no sabemos todo lo que tendríamos que saber, pero sabemos todo lo que quieren que sepamos.  
Los BRIC. Los BRIC también se consideran condicionados o afectados por lo que pasa y pase en la Unión Europea y la zona euro. No es para menos: se presume que China puede ser la principal potencia al promediar el siglo, cuando India sea el país más poblado del mundo y Rusia aspira a volver al primer plano con una estrategia multipolar que incluye a Brasil como uno de los nuevos polos. Y además, los países emergentes –todos- quieren seguir emergiendo. La recesión internacional es un mal dato para todos. Y también para la ecología, que por el momento no gobierna en ningún país.  
A Mao Tse Tung se le ocurría decir cosas interesantes, a veces acertadas y a veces, no; pero cabe recordar “¿puede una cosa mala convertirse en buena?”.   
Roberto Páez González – 31.10.11
Notas
1 Le Nasdaq a causa de su exposición en la quiebra de MF Global.
2 Le Monde se publica con la fecha del día siguiente, en este caso, martes 1 de noviembre.
3 Historiador y germanista, autor de L’Allemagne du XXIè siècle : une nouvelle nation ?
4 Un error de contabilidad rectificado, ¡de 55 mil millones de euros! deja esta deuda en 81,1%.
5 Noción de Ricardo, Marx.
6 Naomi Klein, The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism, 2007.
7 El abrazo inmediato al ¡Indignaos!, de Stéphane Frédéric Hessel,  ilustra que la pasión preexistía.