CUANDO… (de Hugo Anganuzzi)
Cuando el reloj marque las seis de la tarde, cuando una a una las boletas se empiecen a contar.
Cuando la boca de urna, abra su boca y la primera letra que se escuche sea la K.
Cuando vos y yo, tomados de la mano, nos juntemos un poco más que de costumbre.
Cuando el sueño deje de ser sueño y nos tomemos el subte a Catedral.
Cuando en la Plaza estemos todos, con las banderas, las vinchas y los bombos comiencen a sonar.
Cuando por fin la fiesta sea una fiesta y el corazón se nos escape una vez más.
Cuando el sol se pierda lento hacia el ocaso y la luna nos comience a iluminar.
Cuando la selva deje de ser selva y los gorilas no encuentren su lugar.
Cuando los brazos sean abrazos y la verdad ocupe su lugar.
Cuando la Plaza sea la Plaza como siempre, vos llegarás con tu escafandra, para gritar junto a nosotros
KRISTINA UNA VEZ MÁS.
Cuando el reloj marque las seis de la tarde, cuando una a una las boletas se empiecen a contar.
Cuando la boca de urna, abra su boca y la primera letra que se escuche sea la K.
Cuando vos y yo, tomados de la mano, nos juntemos un poco más que de costumbre.
Cuando el sueño deje de ser sueño y nos tomemos el subte a Catedral.
Cuando en la Plaza estemos todos, con las banderas, las vinchas y los bombos comiencen a sonar.
Cuando por fin la fiesta sea una fiesta y el corazón se nos escape una vez más.
Cuando el sol se pierda lento hacia el ocaso y la luna nos comience a iluminar.
Cuando la selva deje de ser selva y los gorilas no encuentren su lugar.
Cuando los brazos sean abrazos y la verdad ocupe su lugar.
Cuando la Plaza sea la Plaza como siempre, vos llegarás con tu escafandra, para gritar junto a nosotros
KRISTINA UNA VEZ MÁS.
TAL VEZ… (autoría desconocida)
Tal vez porque era más fácil dibujarte de perfil se escondió que venías de frente.
Tal vez porque ese ojo no apuntaba bien se creyó que no veías.
Tal vez porque el saco te chingaba se supuso que te quedaba grande la pilcha.
Tal vez porque jugaste con el bastón se dio a entender que no sabías usarlo.
Tal vez porque no les tuviste miedo a los señores se asustaron tanto.
Tal vez porque hiciste tu causa la de los pueblos hermanos se crispó la colonia.
Tal vez porque viniste a acomodar las cargas se brotaron los patrones.
Tal vez porque nos devolviste la alegría te lloramos.
Tal vez porque era más fácil dibujarte de perfil se escondió que venías de frente.
Tal vez porque ese ojo no apuntaba bien se creyó que no veías.
Tal vez porque el saco te chingaba se supuso que te quedaba grande la pilcha.
Tal vez porque jugaste con el bastón se dio a entender que no sabías usarlo.
Tal vez porque no les tuviste miedo a los señores se asustaron tanto.
Tal vez porque hiciste tu causa la de los pueblos hermanos se crispó la colonia.
Tal vez porque viniste a acomodar las cargas se brotaron los patrones.
Tal vez porque nos devolviste la alegría te lloramos.
