29 jul 2011

La historia se repite. Carta de Norberto Alayón a sus amigos no Macristas en el 2007

CARTA PARA MIS AMIGOS NO MACRISTAS


Estoy preocupado y creo que también un poco triste.

En estos últimos días, después del resultado de las elecciones del 3 de junio y ante el ballotage del 24, he comenzado a receptar directa o indirectamente informaciones que dan cuenta que conocidos y hasta amigos, están pensando en no ir a votar o bien votar en blanco en la próxima elección de Capital Federal.

Demás está decir que no se trata de gente simpatizante de la “derecha”, ni que no pertenezca al amplio espectro del “progresismo”. Se trata de gente con aspiraciones y objetivas contribuciones para el mejoramiento de nuestra sociedad. Precisamente porque se trata de personas con este perfil, es que me siento preocupado y con una sensación de punzante desaliento. Casi no resulta necesario, entre ellos y yo, hablar del significado de la “derecha” y de las propuestas conservadoras y de los impropios antecedentes de los líderes más conspicuos del partido PRO.



Con frecuencia, ciertos procesos sociales y políticos (de caracter nacional y popular) se presentan como un gran torrente de agua limpia que también arrastra impurezas. Es decir, con limitaciones, pero también con enormes posibilidades. Con grietas diversas, pero también con significativos aciertos que requieren ser apoyados y profundizados.

Los proyectos de la “derecha” no contienen esa contradicción. Suelen aparecer como una promesa de agua destilada y cristalina, pero mis amigos y yo sabemos de sobra que contienen cianuro para las mayorías. Y sabemos que no se trata de “buenas” o “malas” personas, sino de férreas ideologías que se implementan y desarrollan, independientemente de la voluntad individual de las personas.

El disgusto por todo lo mejor que se debería hacer, no debería habilitar a terminar fortaleciendo aquellas alternativas conservadoras, que seguramente van a empeorar la situación y la vida de la gente. Casi con seguridad, Filmus enfrentará contradicciones y fisuras, pero ¿qué contradicciones y fisuras presentaría el proyecto de Macri y sus seguidores?  El campo de la “derecha” suele tener más solidez y “conciencia de clase” (para usar viejos términos), que el campo del lábil “progresismo”.

Brindar objetivo sustento a Macri, aún por medio del voto en blanco o de la inasistencia al comicio, ¿va a contribuir a generar una fuerza más “progresista”? ¿va a mejorar a Buenos Aires?  Si gana Macri, y peor si gana por mucha diferencia, seguramente será malo para la Capital Federal y para el país y retrocederemos aún más en los distintos órdenes de la vida.

El 24 de junio, para mí, no dará lo mismo votar por uno o por otro. Ni tampoco será lo mismo votar en blanco o no votar, que votar efectivamente. Ambos proyectos no son la misma cosa. No será lo mismo para la ciudad y para el país, que gane uno u otro. Y los resultados se van a percibir clara y rápidamente, sobre todo -en sentido negativo- si gana nuestro “amigo” Macri. Y ni qué decir, si llega a ganar por una mayoría significativa.

Pero si toca perder en los números creo que me sentiré rumiando amargamente, pero también evocando nuevas esperanzas para Buenos Aires y para el país todo. Porque nos vencerán, pero no nos convencerán. Y porque seguirán habiendo caminos y habrá otras elecciones y la historia nos deparará mejores momentos, para ver aunque sea un poco más de cerca la sociedad que ustedes y yo anhelamos.

Pero, por ahora, si gana Macri, seguro que nos alejará de esa sociedad deseada.

Norberto Alayón
Junio de 2007