28 jun 2011

Bancos y política en la crisis que amenaza al euro Por Roberto Páez González

Gobiernos y bancos privados carburan en Roma

Alemania, Francia, Italia y Holanda prospectan con sus bancos la participación voluntaria en el rescate de la deuda griega, siguiendo lo que se denomina el estilo de Viena, tratando de que no se parezca a una reestructuración, a la manera del proceso por el que los bancos acreedores de Rumania se comprometieron en 2009 a mantener los préstamos que vencían en plena crisis rumana.
El plan francés de rollover se discute actualmente (27 de junio) en Roma, con la expectativa de que participen los bancos y compañías de seguros más importantes. Nicolas Sarkozy ha propuesto que los acreedores privados cambien sus títulos de  deuda griega por títulos a treinta años a tasas semejantes a las de los préstamos de apoyo europeos, combinándolo con una indexación según el crecimiento de Grecia.
Las más altas instancias concretas se encuentran involucradas, tales como el Institute of International Finance, de hecho el lobby bancario, y la Commission économique et financière, que es la institución más importante de la zona euro abocada a la forma de salir de la crisis de deuda griega.
El 22 del corriente los dirigentes europeos reunidos en Bruselas exigieron un acuerdo de unidad nacional como garantía para sus planes de rescate. Era porque los conservadores se oponían a las medidas de austeridad y ajuste del socialista Yorgos Papandreu, que el FMI y la UE definieron como condiciones para seguir ayudando a Grecia.
El esquema es que la BCE gane tiempo para tomar deuda del gobierno griego amparándose en que la pagarán los contibuyentes, pero limitando esos platos rotos al obligar a los dueños privados de bonos a absorber parte de las pérdidas causadas por sus desatinadas inversiones.
De todos modos, los banqueros buscan aprovechar la debilidad de Grecia para alzarse con el botín de las privatizaciones. Sin duda, las oposiciones sociales griega e islandesa dejarán también su marca en la historia, pero hasta el momento, los principales dirigentes de los más fuertes países europeos parecen solamente preocupados por salvar a sus bancos y malquistar lo menos posible a sus electorados.
La actitud dura del BCE está en línea con la que preconizó Geithner, el secretario del Tesoro estadounidense negándose a mitigar el peso de la deuda de Irlanda ante los riesgos de sus derivados. La BCE para cubrirse y cubrir a los bancos obliga a Grecia a privatizar en gran escala, como se vio en Argentina durante la presidencia de Menem.
En cuanto a la actitud expectante de los mercados, no hay cambio: consideran que más pronto o más tarde, Grecia irá al default y en el interín tratan de sacarle todo lo que se pueda.
La Plaza Syntagma y la Acrópolis son lugares símbolo. Por ahora de rechazo e impotencia. Pero en la historia ronda la astucia que podrá crear nuevas oportunidades de lucha del pueblo griego y el primer dracma recuperado es ese símbolo de expresión de la dignidad. Sin duda es, de momento, muy poco frente al peso de la deuda y el saqueo de que son objeto. Pero también es cuestión para los griegos de no rendirse sin lucha; aunque no puedan, de momento, con los acreedores extranjeros y la sumisión de su gobierno.
Por cierto que toda esta operación mantiene las ventajas financieras de los bancos como agentes de la extensión crediticia e instrumento de presión, pero no mejora en un ápice la capacidad fiscal del Estado.
El ex director del FMI tuvo expresiones burlonas para con los griegos en general -”la realidad es que esa gente está en la mierda” (1), agregando que esa gente ni siquiera paga los impuestos.
Pero ni una palabra -o apenas- sobre la conducta de sucesivos gobiernos de derecha de la República Helénica que endeudaron al país y maquillaron las estadísticas con el concurso de las agencias de notación y los silencios cómplices de los demás gobiernos europeos, cuando los que están convocados a pagar el pato son los griegos en general, esa gente denostada por el escarnio del ex del FMI.
Se estima que los países de la Unión Europea dejarán establecida, dentro de dos semanas, la forma de participación privada en el segundo rescate a Grecia por un valor de ciento veinte mil millones de euros, para 2011 y 2014. Pero antes, el 3 de julio, tendrán que liberar doce mil millones correspondientes al veinte por ciento de los ciento diez mil millones, aprobado en 2010 para evitar que Grecia caiga en insolvencia.
La reestructuración voluntaria supone que los acreedores tengan a bien canjear los bonos que vencen hasta 2014 por otros a plazos más dilatados.
La concreción de estas opciones aflojaría la presión financiera que está asfixiando a Grecia, pero los bancos tendrían que efectuar provisiones por la merma de valor de los activos que poseen en títulos de deuda emitida por el Tesoro griego. Son en realidad los bancos los que necesitan ganar tiempo para hacer frente a esta desvalorización de activos.
También es objetivo de la BCE el ganar tiempo para obtener una aceptación por parte de los mercados y agencias calificadoras del proceso de participación privada voluntaria para evitar que sea considerado como un default de hecho, lo que acentuaría las dificultades del rescate.

Francia: sucesiones, futuros posibles, elecciones

De una parte, Christine Lagarde se apresta a reemplazar a Dominique Strauss-Kahn a la cabeza del FMI y Martine Aubry a entrar en liza en la campaña presidencial francesa como candidata a la candidatura por el Partido Socialista.
La tentación consiste en decir que la señora Lagarde velará por las metas convergentes de Francia, la Unión Europea y el FMI y que podrá marcar su gestión con su sello personal, quedando en reserva para la República Francesa.
Y la señora Aubry, actual primera secretaria del partido, que reúne en su apoyo a muchos de los dirigentes que se habían alineado con DSK, aspira a conducir al partido y por tanto a sus principales dirigentes a victorias que les garanticen su continuidad y desde luego, por más que haya compartido ideas de los strausskahnianos también es portadora de ideas personales y banderas propias, como la de las 35 horas, con la cual se la identifica.
Los tiempos son difíciles, pero el optimismo de la voluntad lleva a Martine Aubry a plantear un federalismo en la cuestión europea, la reconstrucción del tejido social, medidas de ajuste sobre los déficit compensadas por la búsqueda de un desarrollo social mediante una fiscalidad más justa.
Por su lado, el presidente Sarkozy se refirió el 27.06 a un gran empréstito con el propósito de salvar la nota triple A de la firma francesa: la suscripción de treinta y cinco mil millones de euros lanzada el 14 de diciembre de 2009 le permite invertir veinte mil millones en grandes proyectos de investigación e innovación que, según él financiarán el porvenir. “Durante 30 años –anatematizó- nuestros gastos sirvieron para financiar los gastos corrientes en detrimento del futuro”.
La afirmación del presidente francés va dirigida a exponer públicamente su compromiso con la reducción de todos los déficit franceses con relación al mundo entero. Es cierto que el gran empréstito los incrementa, pero es –en su óptica- con los buenos motivos, porque es para reforzar el crecimiento. La deuda alcanzaba a 1.590.000.000.000 (en letras : un billón quinientos noventa mil millones de euros) en 2010, equivalente al 80% del PBI, involucrando intereses anuales por cuarenta mil millones en el año.
El presidente francés subrayo explícitamente que –de a cuerdo a lo que pasa en Grecia- la reducción del gasto es insuficiente para remontar la crisis, una caracterización que se diferencia de los discursos públicos de la UE y el FMI que remachan la austeridad profunda en dicho país. Agregó que no había sido elegido para que a Francia le pasara lo mismo que a Grecia, Portugal e Irlanda y que entendía deber preparar a Francia a los retos del siglo XXI y mantener la financiación del modelo social francés.
Por cierto, Sarkozy defendió por las mismas razones no reemplazar a uno de cada dos funcionarios que se jubilan, su reforma del régimen jubilatorio y el equilibrio a rajatabla de las finanzas públicas. Sin embargo, el déficit presupuestario solamente bajó del 7,9% en 2009 al 7,1% en 2010, verdaderamente lejos del 3% estipulado en el pacto europeo de estabilidad y crecimiento.
El calendario de compromiso francés ante la Comisión europea consiste en llevarlo al 5,7% en 2011, 4,6% en 2012 y 3% en 2013.
Uno de los temas clave de la investigación e innovación francesas es el de la energía, frente a lo cual Sarkozy aseguró : “Si mantenemos la opción nuclear es para mantener nuestra independencia y una energía competitiva”. Pero el programa contempla financiar investigaciones para las energías renovables y los procedimientos de producción descarbonada. A la cabeza de los proyectos de porvenir incluyó además la salud y el transporte.
Ahora hace falta escuchar las propuestas de los precandidatos del Partido socialista para ver qué alternativas plantean. Tendrán la palabra entre otros Martine Aubry, François Hollande, Ségolène Royal, Arnaud Montebourg… y aun la voz de críticos como Jean-Luc Mélenchon, candidato de un frente en torno al Partie de Gauche y el PC.


(1) Dominique Strauss-Kahn dijo: “La réalité, c’est que ces gens-là, ils sont dans la merde. Et y sont gravement, déclare le patron du FMI. Ils ont beaucoup bricolé, ils savent très bien qu’ils ne paient pas d’impôts, que c’est un sport national de ne pas payer d’impôts en Grèce, que ça truande un maximum. Mais d’un autre côté, si on n’était pas venu à la dernière minute quand ils nous ont demandé de venir, ils seraient tombés au fond du gouffre”. LEPOST, 15.03.2011
Fuente del cuadro: El País 21.06.11