23 ene 2011

Garay (FADU - UBA): "En Capital no interesa que los pobres resuelvan sus problemas de vivienda"

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, video, por E. de la Calle) La Paco Urondo charló con el especialista en planificación urbana Alfredo Garay (FADU - UBA) sobre las tomas de Villa Soldati y la situación habitacional en Capital y Gran Buenos Aires. "El electorado porteño quiere que la gente resuelva sus problemas de vivienda... pero del otro lado de la Gral. Paz", afirmó Garay.
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Agencia Paco Urondo: La primera pregunta tiene que ver con lo que ocurrió en Soldati. ¿Qué expresó esa toma para usted?

Alfredo Garay: Cuando un tema hace crisis, siempre aparecen quienes hacen la lectura de la manipulación política. Pero siempre hay una relación dialéctica entre la manifestación social y las condiciones que hacen a esa expresión. La pregunta que nos deberíamos hacer es si en la Capital Federal hay condiciones para que el tema de la vivienda esté produciendo hechos que modifiquen la agenda de prioridades. Parecería que la cuestión de la vivienda, sobre todo en Capital Federal, es un tema que ha ido quedando rezagado. Por lo tanto frente a la falta de respuesta, hace crisis. El tema de la falta de respuesta yo creo que es una cuestión importante. Porque en general venimos viendo -a nivel nacional, en América Latina, o en la provincia de Buenos Aires-, cuando la población entiende cómo es el camino para llegar a una vivienda por lo general, está dispuesta a seguir ese camino. Si hay que anotarse en el Instituto Provincial de la Vivienda , si hay que anotarse en la municipalidad, o formar parte de una organización vecinal, movimiento villero, o mesa de concertación, la gente en general, se organiza a través de esas estructuras que, usando palabras de Foucault, es el dispositivo institucional que procesa esa contradicción. Pero objetivamente, la gente se encuadra dentro de ese circuito y sus intermediaciones. El problema es cuando no aparece ese camino. Es decir, si uno no sabe dónde tiene que ir a anotarse, si no sabe el lugar donde se administra la adjudicación de viviendas, es más, si no se están produciendo viviendas, la gente no sabe cuál es el camino. No le queda otra alternativa que salirse de las reglas de juego, entre otras cosas porque no comprende o no existen las reglas de juego que canalizan su demanda. Sobre todo cuando estamos hablando de una demanda que es un derecho. Esos derechos existen pero no existe un camino por donde canalizar ese derecho. Por eso la cuestión se expresa.
Yo diría que hay que agregar otras dos cuestiones de fondo.  El área metropolitana de Buenos Aires crece, y aunque muchas veces los datos del censo aparecen como si no creciera tanto, a mi  me interesaría hacer respecto de esto una precisión: el dato del censo desde hace ya un tiempo, habla de los 25 partidos del Gran Buenos Aires, pero la realidad es que  hoy la expansión de la mancha urbana ha ido más allá de los 25 partidos. Hoy se habla del límite de la Ruta 6 y que de hecho, lo que podríamos considerar adentro del área metropolitana, son alrededor de 40 partidos. Cuando hacemos proyección de la evolución de la población de estos 40 partidos, incluso considerando que hay algunos que recién se están incorporando, la población del GBA viene creciendo a razón de un millón y medio de habitantes cada 10 años. Esto es equivalente a la ciudad de Córdoba o Rosario, cada diez años. Este es un dato objetivo. Obviamente si se abre la discusión sobre si puede haber una estructura de la distribución de las actividades económicas del territorio que distribuyan mejor esto. Hoy en día podríamos decir que el proceso de sojización de la actividad agraria tiende al incremento de la población en las ciudades, por encima de la tendencia mundial, que contempla el incremento de las ciudades y el achicamiento de la población rural. Pero además podemos decir también que el crecimiento de ese millón y medio, es más que el expulsamiento de la población del interior hacia las ciudades. Es decir que la ciudad tiene una capacidad de atracción que trasciende las fronteras y que hace que otras poblaciones de países limítrofes o distantes empiece a converger sobre una ciudad de oportunidades. Ojo, las oportunidades no son de ser ingeniero de la NASA. Las oportunidades son de vender peinetas en un semáforo. Pero objetivamente en el contexto de lo que es la economía popular en el mundo, es una oportunidad. Por lo tanto la ciudad sigue teniendo un atractivo por la misma masa económica en crecimiento que genera demandas y posibilidades. Sobre ese punto decimos: si existía un déficit en el año 2000/02/03, años en los que el censo poblacional sobre el área metropolitana daba unas 900 mil viviendas de déficit, tenemos que decir que en el 2010 tenemos ese déficit más el millón y medio de personas que tenemos hoy. Algunas de las cuales acceden a una vivienda en el mercado y otras tienen dificultades para hacerlo. Tercera cuestión que es importante: si nosotros miramos cómo se localiza esa población inmigrante, vemos que los inmigrantes tienden a converger es al centro de la ciudad, y diría el centro mismo. Se alojan en hoteles, pensiones, inquilinatos, conventillos, casas tomadas. De hecho hoy en día cuando vemos la pobreza urbana en Capital, encontramos un porcentaje muy importante en conventillos y esto que viene apareciendo, que viven en los mismos talleres textiles donde los emplean, o que viven en el mismo edificio en construcción donde están trabajando. Es decir, que hay ahí una cuestión de vivienda del primer inmigrante que vincula  muy directamente trabajo, localización del trabajo, oportunidad de trabajar en el sector servicios, de la vía pública y esas localizaciones de hotelitos, conventillos y casas tomadas. Quiere decir que en la CABA hay un problema interesante que es la acogida a los inmigrantes. Hay que ver si existe tal cuestión. Históricamente existieron hoteles de inmigrantes que le daban el primer alojamiento y contacto con el inmigrante y la tierra. Ahora nos encontramos con que no solamente no se le dan las primeras acogidas, sino que en general , hay una política permisiva respecto la precarización y desregulación de esos alojamientos. Incluso diría, de tratar que eso sea lo más de paso posible, porque históricamente las políticas en capital, han sido que los pobres resuelvan su problema de vivienda afuera de los límites de la Capital Federal , lo que tiene sus consecuencias en  términos económicos, sociales, culturales y también en políticos, porque garantiza que el electorado de la Capital tenga una cierta capacidad adquisitiva, lo que también le otorga a la ciudad un cierto sesgo económico y social también diferencial. Nosotros vemos que los procesos electorales tienen que ver con las características sociales de la población. En Capital Federal, solo el 10% de la población es pobre. Y eso en ningún distrito del país tiene esos niveles de segmentación. Lo que podemos decir es que es “normal” que en la Capital Federal aparezca el problema de los inquilinatos, conventillos y casas tomadas, con un nivel de complejidad que no tiene el GBA.
El segundo tema que aparece es el de las villas. Las villas,  en  general , han quedado como enclaves dentro de Capital Federal. Esto empezó a mediados de los 80. La presión que se ejerció sobre inquilinatos, conventillos y casas tomadas, hizo que muchas veces sea en los mismos inquilinatos donde se organizan tomas. Desde los 80 y principios de los noventa, hubo muchas tomas de tierra, lo que se llaman “asentamientos”, que tienen una característica que los diferencia de las villas. Los asentamientos trazan al barrio. Aunque no cumple con los requisitos de la ley, las urbanizaciones, construir las infraestructuras, etc., tienen una geometría que ya prevé una parcela mínima de dimensiones razonables que hace que en la evolución de ese asentamiento, sea como la de cualquier otro barrio. En cambio las villas en Capital, que tienen una tradición más antigua y donde el movimiento popular no había incorporado esta experiencia de tomar la tierra en un único movimiento y producir un trazado, son resultado de un crecimiento espontáneo, por lo tanto no tiene el trazado y funcionaría como una ciudad medieval. Eso hace que la regularización sea muy difícil porque no existe la posibilidad de diferenciación de una parcela mínima, para poder reconocerle a una persona una regularidad. Por eso los procesos de regulación en la provincia han sido más o menos rápidos y más eficaces, y en Capital Federal con las villas, los procesos han sido bastante más arduos y difíciles de implementar. Sobre todo por esta dificultad para identificar cada parcela. Ahora, qué ha pasado en los últimos años. En el momento que la discusión o la tenencia de las tierras por las villas, dejó de estar discutida. En los noventa el Estado le transfirió a organizaciones de villas, la propiedad de los suelos. Es decir que esos terrenos ya no eran del Estado, sino de las organizaciones villeras. Esto pasó en la Villa 31, en la 1-11-14, la villa 15, la villa 20 y el barrio San Martín. Lo que pasó es que las viviendas dejaron de ser de madera y de material precario para pasar a ser de material. Como las parcelas eran chicas, las casas empezaron a dejar de ser de planta baja y se hicieron de dos pisos, y  como estrategia de vivencia de los mismos habitantes, empezaron a construir un cuarto que se alquila. Entonces, y como por lo general las villas tienen buena ubicaciones, hay un mercado de alquileres en las villas. Esto genera que haya una demanda alrededor de la propiedad de la tierra en la gente que tiene necesidad de una vivienda, pero que tiene una tenencia que en realidad es precaria, pero no por a tenencia del suelo, sino porque e está pagando un alquiler a otro que construyó esa casa que él alquila. O sea que en Capital hay un problema mayor. Hay un problema grande de inquilinos, y por otro aparece esta historia de que no hay suelo.
Yo creo que es interesante analizar las políticas sobre vivienda que se empezaron a implementar  a partir del año 2000 en la provincia y en la Capital Federal. La provincia tenía un cupo de treinta o cuarenta mil viviendas en el plano federal. El programa federal de vivienda, definió que los cupos se darían en relación del déficit que expresen y la Provincia expresa en el déficit más o menos el 36% del déficit a nivel nacional. Y la Capital Federal tenía un cupo de 10 mil viviendas. La provincia de Bs As puso en movimiento entre las distintas operatorias  -el plan de villas, el programa federal, unas operatorias de techo y trabajo, construida con cooperativas- unas 60 mil viviendas. Y la Capital Federal hizo dos mil. Quiere decir que, mientras una duplicó prácticamente su cupo, en operatorias, el otro distrito no usó el 20% de su cupo. ¿Cuál es el argumento de porqué no se hicieron? La falta de tierra. Acá a mi me apareció una cuestión central. Lo que entra en discusión es cuál es el formato de una vivienda, en lo que se considera adecuado dentro de lo que es una política de vivienda, y voy a poner un ejemplo: En Capital Federal se decía que no había tierra, y porqué no había tierra, porque no hay un terreno de 1, 2 o 5 hectáreas donde hacer un conjunto de mil viviendas. Pero está lleno de terrenos sueltos, donde hay una casita en un terreno de 8,66m, que el Municipio podría comprar, y construir un edificio de 4, 6 plantas con 4 departamentos por planta. Es decir que iría mechando con edificios sueltos de 16 o 20 viviendas en cualquier cuadra de cualquier barrio de la ciudad, pagando por la tierra lo que vale. Que es una tierra un poco más costosa, pero ya tiene agua, cloaca, pavimento, escuela en el barrio, es decir que el valor de la tierra no es comparable con la del suburbio, sino que es un porcentaje del valor de la vivienda que se va a hacer. Digamos un 10 o 15 por ciento de la vivienda que se va a hacer. Cuando en el conurbano se hacen viviendas comprando tierra, también el valor de la tierra es el 10 o 15 por ciento del valor de la vivienda. En la provincia se inventó una operatoria que se llamaba TPU (Tierra y Proyecto Urbano). Es decir que a las empresas que iban a licitar un conjunto de viviendas, se les pedía también que aporten el terreno, y estos eran valuados en función de su localización con el nivel de infraestructura con el que contaban, etc. En la capital, no se tuvo la menor imaginación, yo diría, el menor interés por inventar una operatoria que viabilice las 10 mil viviendas.  Y justamente ese desdén, es una negligencia que tiene contenidos políticos. En el fondo no interesaba incluso sostener el conflicto que significa que los habitantes de la ciudad acepten que en cada cuadra haya un pequeño edificio de viviendas.
APU: Teniendo en cuenta que en el gobierno ha habido administraciones de distinto signo político: progresistas…
AG: Antes del gobierno actual de la capital, se desarrolló una operatoria que se llamaba “Mejor vivir”, que le mejoraba las condiciones de vivienda sobre el parque existente. Mejoraba consorcios y edificios existentes, por ejemplo los baños y cocinas de todo un edificio, y eso fue muy bueno, a pesar de los conflictos de aplicación de la operatoria, pero demostró una identificación de un segmento donde la política de vivienda podía intervenir y que era razonable. Gran parte de la política de vivienda no era hacer vivienda nueva, sino rehabilitar lo existente y que tiene problemas de precariedad. Pero en términos generales, podemos decir que el tema de la vivienda no logra ocupar un lugar destacado en la agenda de gobierno en la capital. Y porqué no ocupa un lugar destacado? Porque en general está expresando una población minoritaria y que para la mayoría del electorado, tomar a cargo el tema de la vivienda digamos… a ellos les gustaría que se solucione el tema de la vivienda, y si es posible, afuera del distrito. (Agencia Paco Urondo)