23 nov 2010

Qué los tiró a los gringos, una gran siete... Publicado por Gerardo Fernández

Si algo faltaba para encrespar a los dueños de la tradición y la historia argentina era que a Cristina se le ocurriera no sólo desempolvar la palabra "Soberanía" sino decir en su discurso que en las naves invasoras además de ingleses y franceses había unitarios... No es casual que esto suceda, no es casual que un gobierno que ha venido a contradecir y a discutir valores que se creían intocables ahora reflote un concepto, una idea repulsiva para los hacedores de "la forma de pensar" que primó en las últimas décadas.

Una de las peores consecuencias de todo lo que se impuso a partir de la última dictadura militar fue la instalación de las nociones más abominables del cipayismo como verdades reveladas. La idea de que este país no tiene futuro, que no somos como aquellas naciones europeas a las que les va bien se colocó en el centro como un faro que iluminaba cada uno de los pensamientos argentinos. Ahí abajo está la visión de la oligarquía, ahí está la mirada del país como un potrero sólo apto para engordar el ganado que financiará el disfrute en Europa. Esa mirada sostiene todo un andamiaje de discursos entreguistas que naturalmente abominaron históricamente de todas las posiciones que planteaban políticas dignas que sin negar la pertenencia al mundo nos posibilitaran defender nuestros propios intereses. Los países centrales han tenido siempre como una marca de fuego la defensa de sus intereses nacionales, esos estados han privilegiado siempre lo que les convenía y elaborado sus políticas internacionales en función de esa premisa pero acá se impuso la corriente de pensamiento para la que los intereses nacionales que importan son los de Inglaterra, Francia o Estados Unidos.

Así nos fue

Cuando desde las mismas tribunas del cipayismo se nos enrostra a Brasil, se nos niega la información de cuáles fueron los puntales conceptuales que le posibilitaron al país hermano crecer. Se nos niega la información de que no privatizó áreas estratégicas, lo mismo que Chile, donde Pinochet no privatizó la explotación cobre. Han sido, además, muy astutos para bajarnos la línea del "nosotros" toda vez que se refieren a políticas lesivas para nuestro interés nacional. No fuimos "nosotros" los que destrozamos el estado nacional, hubo una primera fase perpetrada por un gobierno cívico-militar y luego una consumación a cargo donde sectores reaccionarios del peronismo en alianza con las minorías antipopulares de siempre. No fuimos "nosotros", fueron "ellos" que lo hicieron para su propio provecho pero se lo facturaron al pueblo. La nacionalización de la deuda externa de empresas privadas que hizo Cavallo en 1981 es la demostración más contundente de todo esto.

Primó una mirada del país y el mundo absolutamente amputada de nociones tales como interés nacional. Se instaló una forma de ver las cosas desde un lugar de forastero o de turista, una concepción según la cual "todo ya está así y no se lo puede trastocar", una postura que se emparenta con esa aversión a la discusión política porque "ni vos lo vas a convencer a él ni él te va convencer a vos", entonces cualquier intercambio de ideas se lo considera desde el vamos una pérdida de tiempo. "Ya está todo inventado, no hay nada que modificar salvo cuestiones menores". Esta idea se hizo carne y hay un par de generaciones que han crecido mamando de esa teta, muchachos para los que la discusión válida sólo pasa por si el fracaso del Bichi fue la línea de tres...

Se instaló la noción de que "esto siempre fue así y lo seguirá siendo" y por lo tanto es al pedo intentar cambiar algo. Bueno, el kirchnerismo ha venido a demostrar que algunas cosas se pueden cambiar, que todo se puede discutir y que incluso se pueden ganar discusiones con gestión traduciendo todo eso en mejoría de las condiciones de vida de muchas personas. No es casual que un gobierno que demostró que se podían recuperar los fondos previsionales, que demostró que se puede tener una legislación de medios democrática, que constituyó una Corte ejemplar y que hasta promovió el matrimonio igualitario ahora recupere un valor elemental como el de soberanía para desarrollar un país más justo.

Mas de lo mismo.

Por suerte
http://tirandoalmedio.blogspot.com/2010/11/que-los-tiro-los-gringos-una-gran-siete.html