17 nov 2010

Análisis Reservado 30 Por Ricardo Rouvier • Nov 15th, 2010 •

1) La traición de la muerte
• El escenario político ha cambiado abruptamente por la muerte de Néstor Kirchner, padre del kirchnerismo y actor fundamental del tablero político.
• Con su fallecimiento se produjo un estallido de acontecimientos que tuvieron su misma raíz innovativa iniciada en el 2003. La muchedumbre que acompaña sus restos, las horas y horas de vigilia y ese emergente esperanzador de los jóvenes en la calle. Multiplicidad de imágenes se agolpaban para ver las banderas, los cánticos, la tristeza y la alegría de encontrarse y tener una causa. Para los más grandes, reaparecían las imágenes del 1º de julio de 1974; del el 17 de noviembre de 1972 y del 20 de junio de 1973, y volvíamos a ver a aquellos que fuimos por los mismos ideales de hoy.
• La causa kirchnerista y su acompañamiento fueron los artífices de la renovada esperanza a las políticas que desde el 2003 vienen gestándose. Era la vida misma que aseguraba que el legado estaba palpitando como un corazón bajo la lluvia de la despedida.
• La muerte se adelantó; jugó su rol, y se convirtió una vez más, en una violencia indebida para un hombre que orillaba los 60 años y tenía mucho para dar.

• El kirchnerismo viene sin manual de instrucciones. Pero sí hay ideas relacionadas, congruentes con objetivos populares y nacionales con compromiso latinoamericano. Es la expresión más avanzada de esta época surgida desde la crisis del 2001.
2) La anatomía del kirchnerismo
• El kirchnerismo expresa diversos relatos en su formación múltiple que la caracteriza: el camporismo, el peronismo juvenil de los 70; la izquierda latinoamericana o el nacionalismo económico.
• También expresa al peronismo tradicional, sobre todo en su política de poder respecto a cómo obtener o conservar el poder territorial. Es cierto, y parece inaceptable, que Néstor Kirchner también era un político tradicional, difícil de observar desde la Ciudad de Bs. As., pero más fácilmente comprensible si observamos que llega a negociar con De la Sota en Córdoba, con Obeid, o con Insfran, etc, etc. para mantener el poder y asegurar las reformas.
• Es decir que el kirchnerismo tiene un costado ideológico de centro–izquierda de clara orientación latinoamericanista y otro costado vinculado directamente al poder local y conservador del peronismo.
• Las características transgresoras y rebeldes a las formas que poseía Néstor Kirchner, y la actitud similar aunque con otros matices de Cristina, lograron una identificación de muchos jóvenes que estaban alejados de la política y han vuelto a tener confianza en un discurso y en un proyecto igualitario.
3) El peronismo y el poder
• Decir que el peronismo, desde que nació hasta la fecha, tiene vocación y oficio de poder, ya no lo niega nadie. Y esta vocación de poder lo lleva a flexibilizarse de derecha a izquierda. El peronismo requiere de una conducción férrea y única que, hasta ahora, la llevaba institucionalmente Néstor Kirchner como Pte. del P.J. Ahora es necesario que el poder del Estado y el P.J. confluyan en una misma dirección, que no puede ser otra que Cristina.
• Esta vocación de poder hace que la conducción irradie su ideología sobre los poderes territoriales dando una sensación de adhesión de ideas que no es tal. Es obediencia y conveniencia respecto a saber observar dónde está el poder y como manejarse.
• El kirchnerismo, en sentido estricto del término, cuenta con el P.E. nacional, algunos intendentes en todo el país, algún que otro gobernador, una porción los bloques legislativos y obviamente las conducciones de dichos bloques. Para evitar fugas y acumular poder y ser una fuerza electoral exitosa, el peronismo debe tener una conducción única y no divisible.
4) Cristina F. de Kirchner: la oportunidad
• Como hemos dicho muchas veces, el kirchnerismo tiene una ingeniería de acción día a día, pero carece de un programa escrito, una plataforma o algo parecido. Jamás prestó atención a la construcción propia de poder. Más bien, lo que hizo, y lo hizo Néstor, fue armar las jugadas, distribuir las piezas, articularlas – a veces bien, a veces mal – y direccionarlas hacia objetivos de un gobierno que tiene un perfil propio desde el 2003.
• La necesidad de organicidad se refuerza ante una militancia que ha crecido en número y en protagonismo en las últimas semanas. Y tiene que generar estructuras para contener y darle forma política al entusiasmo, sobre todo de jóvenes que se acercan. Parece que en algunos distritos, como el porteño, esta convergencia se producirá alrededor del Partido de la Victoria, organización política definidamente kirchnerista y que agrupa también a algunos peronistas que no encuentran en su partido en la Ciudad un lugar abierto a la militancia y la acción.
• La idea orgánica central es la de alianzas entre el P.J. conducido fuertemente por Kirchner y los sectores transversales: movimientos sociales y partidos políticos ubicados hacia izquierda. La conducción del kirchnerismo recayó en dos personas, una de las cuales ya no está. Queda ahora Cristina en su doble función: Presidenta de la Nación y Jefa del kirchnerismo.
• Es obvio que la Presidenta es la candidata natural a la reelección, aunque más conveniente que lanzarla desde la política burocrática, es dejar que crezca aquello que comenzó espontáneamente el miércoles 27 de octubre a la noche como un reclamo popular: Cristina candidata.
5) La paradoja de los medios
• A partir de la creciente incidencia de los medios en la construcción de subjetividad en el mundo occidental, el conflicto entre política y medios está instalado en muchos países. En Argentina este conflicto tuvo un perfil particular dado por la actitud que los Gupos tomaron con respecto al conflicto por la 125, en donde Clarín, La Nación y Perfil lideraron y lideran la campaña destituyente del gobierno de Cristina.
• Lo paradójico fue que a partir de la muerte de Néstor Kirchner, los medios transmitieron prácticamente en cadena, durante varios días, tanto el sepelio como la partida y eso favoreció al gobierno.
6) Desesperanzas de la débil oposición.
• La muerte de Néstor agravó la situación de la oposición que, durante varios días, perdió el poco protagonismo que tenía. Es más, algunos dirigentes del peronismo federal impactados, tuvieron que admitir la significación del velorio que tuvo un presentismo popular y juvenil sorprendente. El peronismo federal sigue sin tener un candidato con posibilidades de competir.
• La Mesa de Enlace está prácticamente en disolución, y Mauricio Macri exhibe una performance electoral buena para la Ciudad, pero insuficiente para aspirar a la presidencia.
• La esperanza de la oposición estaba puesta en la segunda vuelta. Pero hoy la situación ha cambiado, como puede observarse en otra parte de este blog.
fuente:  http://www.ricardorouvier.com.ar/blog/2010/11/15/analisis-reservado-30/