Jorge Giles
La nota avisa que la campaña ya empezó con el acto de la Presidenta adelantando el índice de aumentos para jubilados y pensionados y para la Asignación Universal por Hijo.
Caramba.
Y hoy le sigue la baja del desempleo. De 8.8 % al 7.9 %.
Caramba.
Y las ventas en los supermercados crece un 19 % y en los hipermercados trepan hasta un 24 % más y la demanda de consumo interno que sigue y el crecimiento de la economía que “amenaza” con llegar al 10 %.
Caramba con el cartero.
¿Cuándo van a parar estos tipos del gobierno que desde hace siete años vienen haciendo y haciendo?
¿No se les está yendo la mano con tantos anuncios y medidas tomadas?
“¿Bajaron las reservas después que echaron mano de ellas en enero? “
“No señor” “¿Y Redrado qué hace que no da una mano siquiera?”
Los nervios crecen en la redacción del monopolio mediático. Arden los dedos de los escribas siempre sobre una misma tecla y el miedo a la hoja en blanco asalta noche y día a las estrellas del periodismo “independiente”…del país.
Fíjese lo que les ocurrió en el canal de noticias.
Aparece en pantalla Cristina y Pepe Mujica. El productor de zócalos prepara el texto: “Se rompió el acuerdo por la intransigencia de Timerman”
“Vamos, vamos que se rompe” iba emitiendo un graznido entre rezos y blasfemias.
Pero caramba. Ahí salen sonrientes los cancilleres y los presidentes y Cristina se abraza con el Pepe y aplauden y celebran y…se logró el acuerdo nomás.
“Malditos sean los Kirchners” se escucha insultar desde la dirección.
“Llamen a Carrió para que reordene el tablero”, ordenan.
Pero avisan que Carrió acaba de romper con el ARI. “¡Esa es una noticia vieja!” gritan los jefes. Se corrigen luego: “¡Rompió con la UCR!” “¡Eso es más viejo todavía!” gritan desaforados desde la jefatura de redacción.
Pero el humillado redactor, temblando de miedo, alcanza el cable impreso y balbucea: “Pero señor, tiene fecha de hoy”
Caramba. “Carrió amenaza con romper con los socialistas, con la UCR, con la Alianza cívica, con la Coalición incluso”.
“Párenla, porque se va estrellar contra su propia sombra. Y no nos conviene”, agregan Magnetto y la señora Ernestina.
“Entonces, llamen al macrismo que está unido para que nos hablen del juicio político que solicitaron”
“Tarde piaste” le responden.
“Macri quiere juicio pero Rodríguez Larreta no quiere juicio”
“¿Pero qué les pasa a los opositores que se pelean todo el tiempo?”
Caramba.
“Ya sé”, dice un gerente. “Armemos otra foto donde juntemos nuevamente a Biolcatti con Duhalde, Macri, De Narváez y Cobos y titulemos: Se logró la unidad opositora”
“¿Y qué nombre le ponemos, Alianza o Unión Democrática? Eso ya lo hicimos y, sin garrotes, no anduvo”.
Cualquier parecido con la realidad, es una impura coincidencia.
Los opositores sólo se juntan cuando pueden destruir algo.
El Congreso se ha convertido en el único sitio donde pueden dar rienda suelta a sus bajos instintos de dejar al país sin presupuesto, a los pibes sin cobrar la Asignación Universal por Hijo, a las Pymes sin financiamiento, a los abuelos sin aumentos ni movilidad, sin salud ni educación ni obra pública.
Y es aquí donde musita Juliana Di Tullio frente a la pantalla: “¿Y ustedes, los opositores, qué autoridad moral tienen para simular ser defensores del 82 % cuando les sacaron el 13 % a los jubilados, votaron a favor de las AFJP y en contra de la movilidad y de la ley de medios?”.
Silencio.
Y en otro programa de televisión, Edgardo De Petri susurra en la cara de Eduardo Buzzi: “Hacete cargo que vos brindaste con champagne con la Sociedad Rural luego de transferir miles de millones de pesos a tus amigos sojeros con el voto no positivo de Cobos”.
Silencio.
Los buenos modales no impiden decir verdades.
Nos vamos a la puerta. El cartero está llamando nuevamente.
“¿Bajaron las reservas después que echaron mano de ellas en enero? “
“No señor” “¿Y Redrado qué hace que no da una mano siquiera?”
Los nervios crecen en la redacción del monopolio mediático. Arden los dedos de los escribas siempre sobre una misma tecla y el miedo a la hoja en blanco asalta noche y día a las estrellas del periodismo “independiente”…del país.
Fíjese lo que les ocurrió en el canal de noticias.
Aparece en pantalla Cristina y Pepe Mujica. El productor de zócalos prepara el texto: “Se rompió el acuerdo por la intransigencia de Timerman”
“Vamos, vamos que se rompe” iba emitiendo un graznido entre rezos y blasfemias.
Pero caramba. Ahí salen sonrientes los cancilleres y los presidentes y Cristina se abraza con el Pepe y aplauden y celebran y…se logró el acuerdo nomás.
“Malditos sean los Kirchners” se escucha insultar desde la dirección.
“Llamen a Carrió para que reordene el tablero”, ordenan.
Pero avisan que Carrió acaba de romper con el ARI. “¡Esa es una noticia vieja!” gritan los jefes. Se corrigen luego: “¡Rompió con la UCR!” “¡Eso es más viejo todavía!” gritan desaforados desde la jefatura de redacción.
Pero el humillado redactor, temblando de miedo, alcanza el cable impreso y balbucea: “Pero señor, tiene fecha de hoy”
Caramba. “Carrió amenaza con romper con los socialistas, con la UCR, con la Alianza cívica, con la Coalición incluso”.
“Párenla, porque se va estrellar contra su propia sombra. Y no nos conviene”, agregan Magnetto y la señora Ernestina.
“Entonces, llamen al macrismo que está unido para que nos hablen del juicio político que solicitaron”
“Tarde piaste” le responden.
“Macri quiere juicio pero Rodríguez Larreta no quiere juicio”
“¿Pero qué les pasa a los opositores que se pelean todo el tiempo?”
Caramba.
“Ya sé”, dice un gerente. “Armemos otra foto donde juntemos nuevamente a Biolcatti con Duhalde, Macri, De Narváez y Cobos y titulemos: Se logró la unidad opositora”
“¿Y qué nombre le ponemos, Alianza o Unión Democrática? Eso ya lo hicimos y, sin garrotes, no anduvo”.
Cualquier parecido con la realidad, es una impura coincidencia.
Los opositores sólo se juntan cuando pueden destruir algo.
El Congreso se ha convertido en el único sitio donde pueden dar rienda suelta a sus bajos instintos de dejar al país sin presupuesto, a los pibes sin cobrar la Asignación Universal por Hijo, a las Pymes sin financiamiento, a los abuelos sin aumentos ni movilidad, sin salud ni educación ni obra pública.
Y es aquí donde musita Juliana Di Tullio frente a la pantalla: “¿Y ustedes, los opositores, qué autoridad moral tienen para simular ser defensores del 82 % cuando les sacaron el 13 % a los jubilados, votaron a favor de las AFJP y en contra de la movilidad y de la ley de medios?”.
Silencio.
Y en otro programa de televisión, Edgardo De Petri susurra en la cara de Eduardo Buzzi: “Hacete cargo que vos brindaste con champagne con la Sociedad Rural luego de transferir miles de millones de pesos a tus amigos sojeros con el voto no positivo de Cobos”.
Silencio.
Los buenos modales no impiden decir verdades.
Nos vamos a la puerta. El cartero está llamando nuevamente.
