30 jun 2010

El patrimonio del Teatro Colón, en estado de completo abandono en Tiempo Argentino Por Natalia Páez

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Imágenes históricas deteriorándose en un container.
Trajes, zapatos, pelucas y telones, ornamentos, libros, partituras y todo el archivo fotográfico del teatro permanecen arrumbados en húmedos containers. Los mudaron en 2008, para la restauración, y jamás fueron inventariados. 
La víspera de la Nochebuena de 2008, una empresa de mudanzas sacaba en cajas de cartón, sin numerar, patrimonio mueble del Teatro Colón. Tenían dos destinos: el Centro de Exposiciones, en Figueroa Alcorta y Pueyrredón, y los talleres Lavardén (Pedro Chutro 2841, Parque Patricios). Fue una orden del entonces director general del teatro, Horacio Sanguinetti, quien renunció a su cargo meses después. En esas envolturas de cartón estaban desmembrados mundos tan disímiles como las dinastías de Turandot, con sus capas de príncipes tártaros y sus armaduras de mandarines, las 300 pelucas que se necesitan para montar Aída y los espumosos vestidos de tul de Sueño de una noche de verano, además de ornamentos, columnas dóricas, maquetas. En otra pila, añejas partituras, los obesos tomos de la Historia de la Ópera I, II, III; los diccionarios de teatro en francés, en italiano, en alemán; Goethe, guiones para régisseurs; Wagner: obra completa; todo parte de la producción cultural del máximo coliseo de la ópera argentina. Se colocó todo en containers, que fueron dejados al aire libre y sin un registro inventarial. Cien de ellos están en Lavardén, y cincuenta, en el otro depósito. No se sabe qué hay ni dónde está ni cómo buscarlo. Al menos eso entendió el juez de primera instancia Guillermo Scheibler cuando conminó al gobierno de la ciudad, a poner en orden el patrmionio histórico artístico del Teatro: hasta el momento, ninguna de las siete medidas que ordenó fueron cumplidas.

La causa llegó a la justicia un año después de aquel 23 de diciembre de 2008, y luego de que
un grupo de 400 trabajadores del teatro reuniera los elementos probatorios para iniciar una denuncia y pedir protección para todo lo que fue retirado en el marco de las obras del Master Plan del Teatro Colón.

Scheibler hizo lugar a 7 medidas cautelares que se dictaron entre febrero y abril de 2010. El gobierno porteño no apeló. Pero los trabajadores sí porque el juez no incluyó las denuncias sobre el patrimonio inmueble, por lo que ahora se encuentra en la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteña, que en mayo y junio ordenó realizar dos inspecciones oculares al teatro.

En relación con esas medidas cautelares, los trabajadores ya denunciaron el incumplimiento por parte de la gestión macrista. “Los containers con los trajes y las bibliotecas tendrían que haber sido puestas bajo techo, protegidos de la humedad y los cambios de temperatura. Hay un grupo de pianos en estado deplorable. Respecto del material de fotografía, debían haberlo sacado de los containers y ubicarlo bajo las normas de ambiente controlado, según el informe que hizo a pedido del juzgado el INCAA. Deberían haber hecho un inventario de todo. El Ente Autárquico tuvo dos meses para hacer ese trabajo. No hicieron nada”, dijo a Tiempo Argentino uno de los querellantes, el fotógrafo Máximo Parpagnoli, que también representa a los trabajadores del teatro Junta ATE. Los denunciantes pidieron la aplicación de sanciones económicas por cada día de incumplimiento. En el expediente, hay una nota presentada por el director del Ente Autárquico, Pedro Pablo García Caffi, en la que sostiene que no se va a realizar este tipo de medidas. En ese marco, el jueves 1 habrá una audiencia de las partes para resolver el tema del incumplimiento.

Ayer, por una orden del juez, se visitó el Centro de Exposiciones y los talleres La Nube –donde están funcionando talleres técnicos– para dar cuenta de las condiciones de trabajo de los trabajadores. “Vinieron el juez y la Superintendencia de Bomberos. Dieron cuenta de las instalaciones eléctricas precarias, de las salidas de incendio selladas, de los 7 matafuegos vencidos. Ahí trabajan alrededor de 120 personas. Desde la primera visita de Scheibler en marzo, lo único que hicieron fue sectorizar con alambre de gallinero y construir vestuarios en la parte de arriba: sin techo. Es realmente incómodo. Allí también está el Ballet. Los bailarines no tienen piso. Los maquinistas no tienen las máquinas. No es un lugar para trabajar”, afirmó Sara Tonazzi, realizadora escenográfica y pintora.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña, diputado Raúl Puy, comentó el malestar por la dilación por parte del director del teatro a presentarse a informar sobre el estado patrimonial del Colón: “García Caffi corrió tres veces la fecha de la reunión. Tenía que venir a dar un informe y no lo hizo.” 
http://www.elargentino.com/nota-96746-seccion-109-El-patrimonio-del-Teatro-Colon-en-estado-de-completo-abandono.html