19 feb 2010

Desbordados Por Carlos Stroker

Advertencias desoídas y proyectos cuestionados. Parte de la ciudad quedó bajo el agua y sin luz. Los informes de la Auditoría General que no se tomaron en cuenta. Las denuncias sobre el Maldonado.
El jueves 11 de febrero de este año, casi como un aviso premonitorio, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires destacó en el inicio de su página web un informe sobre el estado de los sumideros y las deficiencias en la Dirección General de Red Pluvial. Hablaba sobre una cantidad de falencias detectadas en todo el año 2008. A eso le agregó, en noviembre de 2009, un alerta al gobierno porteño sobre las mismas cuestiones y nuevas complicaciones, aún más graves, que podrían suceder si no se tomaban algunas medidas urgentes al respecto. Dos avisos que cayeron al vacío, y el resultado a la vista: inundaciones en La Paternal, Flores, Palermo, Villa Crespo, Caballito y Belgrano, tras la lluvia que cayó, sobre la Capital Federal, el lunes 15 de este mes.
Además de cientos de damnificados que al cierre de esta edición aún seguían sin luz, con el agua dentro de sus viviendas, autos o estacionamientos, una nueva promesa de que en 2011 parte del problema estará resuelto. Como si fuera poco, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, recorrió el miércoles las obras que se están realizando para aliviar los canales del arroyo Maldonado. Y eso que sobre esta obra pesa una orden judicial, de agosto de 2009, que indica la inmediata suspensión de los trabajos debido a una serie de denuncias realizadas por los ex diputados Milcíades Peña y Facundo Di Fillipo.

En el informe correspondiente al período 2008, la AGCBA detectó deficiencias en el ámbito de la Dirección General de Red Pluvial, y eso que el organismo cuenta, para el mantenimiento de los sumideros, con un presupuesto de más 60 millones de pesos. Y afirmó que “la Dirección General de Red Pluvial es responsable del mantenimiento integral de la red pluvial de la ciudad. En este sentido, se encuentran bajo su órbita las tareas de limpieza y desobstrucción de los sumideros y desagües de red”, precisamente lo que falló el lunes pasado, cuando llovió, eso sí, en un día, casi lo mismo que suele llover en tres semanas. Sin embargo, la luz roja encendida hace casi un año y medio no se tuvo en cuenta y desde el gobierno local hasta se hizo referencia a la falta de aviso del Servicio Meteorológico Nacional. Macri ni siquiera tuvo en cuenta un informe que recibió en la última cumbre sobre el cambio climático, que se hizo en Copenhague en diciembre pasado y de la cual participó, que habla sobre constantes tormentas de características tropicales que serán permanentes sobre la ciudad. El mismo informe de 2008 resalta en uno de sus cuestionamientos la “ineficaz metodología en el proceso de verificación y control del estado en el mantenimiento de los sumideros y la falta de información para realizar la verificación de trabajos de mantenimiento efectuados en los sumideros”, que suman en toda la Capital 27.534 unidades.

Mientras tanto, los vecinos siguen peleando para tratar de encontrarle una solución a tanta indiferencia, aunque el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, avisó que se implementaron todos los “instrumentos para indemnizar a los damnificados”, con un tope de 5.000 pesos, siempre y cuando tengan al día todos sus impuestos pagos. “Fue algo inusual”, se justificó el funcionario porteño al hablar de la lluvia caída. A lo avisado por la AGCBA en 2008, se le agregó otro informe de 2009 con los mismos parámetros de denuncia.

La imagen del miércoles fue la presencia del ingeniero Mauricio Macri en el medio de la obra del arroyo Maldonado, que si sigue su curso recién estará habilitada, en su primera parte, en agosto de 2011. Pero este emprendimiento está muy cuestionado y desde el gobierno porteño desoyeron la orden de la Justicia de suspender la tarea de entubamiento. Todo se debe a que la denuncia de Peña y Di Fillipo, acompañada por la del legislador porteño Sergio Abrevaya, indica que el pozo que se realiza para aliviar el arroyo Maldonado pone en riesgo el acuífero Puelche, una reserva de la ciudad de agua dulce, pero además porque alegan que debían realizarse tres pozos contiguos (en vez de uno como el que se está realizando) y eso genera un sobreprecio en la obra de 20 millones de dólares. Con un ingrediente más: la obra está a cargo de la empresa Iecsa, propiedad de Angelo Calcaterra, primo de Franco Macri.

Por su parte, el legislador de Igualdad Social Martín Hourest dijo a Veintitrés que “a octubre de 2009 teníamos una subejecución de la partida del gasto de mantenimiento del 30 por ciento, por lo cual era lógico que sucediera lo que sucedió”. Una lluvia más, una nueva inundación y siempre los mismos damnificados.
http://www.elargentino.com/nota-78415-Desbordados.html