Por: Alejandro Borensztein
Quizá la comparación con Batman y Robin no los favorezca demasiado. Si bien al final de cada capítulo atrapaban al Pingüino, en el capítulo siguiente éste siempre volvía a aparecer. Lo que demuestra que, o el pingüino era un piola bárbaro o el famoso dúo dinámico, en el fondo, eran dos papanatas con capa y antifaz. Por eso muchachos, vayan despacio y no se agranden. El camino que une la ficción con la realidad, suele tener vericuetos impensados.
http://www.clarin.com/diario/2009/07/26/elpais/p-01965812.htm