13 jul 2010

Prevén buenos precios para commodities agrícolas en los próximos diez años Por Merino Soto

La OCDE y la FAO anticiparon que el mundo seguirá pidiendo granos, carnes y leche
13-07-2010 /  La agricultura argentina seguirá teniendo una fuerte demanda por parte de los consumidores externos. Será necesario entonces planear un crecimiento equitativo a nivel territorial en la producción

Buenos precios para las commodities agrícolas.
El crecimiento mundial del consumo continuará impulsando los precios de las commodities agrícolas. El escenario internacional augura entonces cierta tranquilidad para el sector agropecuario, de suma importancia tanto a nivel mundial como para la Argentina.
Este aumento global se agrega a la acelerada expansión de la producción agrícola en los países emergentes, que llevó en los últimos años a un aumento de los precios de las materias primas.
En su momento el surgimiento de China e India como motores de la demanda de granos jugó un papel importante. El marcado ascenso de ambos países en materia económica y poblacional sigue fomentando la demanda y presiona hacia el alza de precios. Sin embargo, esta demanda no es totalmente abastecida por la producción mundial. En los últimos cinco años, China creció a una tasa promedio del 10% mientras que su población representa casi el 25% del total mundial. En el caso de la India, en un 7% y un 15%, respectivamente.
Sin embargo, para los próximos 10 años ingresarán en el circuito países de América del Sur y de Europa Occidental, y en menor medida de Asia, en la búsqueda de alimentos.

“Perspectivas de la Agricultura 2010” es el título del informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, según sus siglas en inglés). Allí se adelanta que “los precios promedio de los cultivos durante los próximos 10 años para los productos básicos estarán por arriba de los niveles de la década anterior a los máximos de 2007-2008, tanto en términos reales como nominales (ajustados por la inflación)”.

El trabajo destaca un mayor consumo de los aceites vegetales, productos cerealeros procesados, carnes, productos lácteos, frutas y verduras. Todo esto lleva a una mayor importación de granos y harinas proteicas.

Para Gustavo López, de la consultora Agritrend, “estamos ante un nuevo escalón de precios para las commodities y todos los informes coinciden en que estarán entre un 40 y 50% por arriba del promedio de lo que ha sido entre 1990 y 2005”.

Ambos organismos internacionales afirmaron que si bien la producción agrícola mundial crecerá más despacio en el próximo decenio en comparación con el anterior, “a falta de sacudidas imprevistas, el crecimiento sigue en marcha con requisitos calculados en el más largo plazo de un aumento de 70% en la producción mundial de alimentos para el 2050”.

En cuanto al nivel per cápita, el aumento de la producción en los países menos de­sarrollados batalla “para no quedarse rezagado con respecto al rápido crecimiento demográfico”.

Respecto de los precios se proyecta que tanto el trigo como los cereales secundarios aumentarán en el mercado granario “aproximadamente del 15% al 40% más altos en términos reales en comparación con los del período 1997-2006”, mientras que el precio de los aceites vegetales “se espera que sean 40% más altos”.

De la misma forma, coincidió Ramiro Costa, economista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires: “Los precios si bien estarán por debajo de los récords”, éstos “serán sostenidos respecto de los históricos”.

El motivo por el cual se observan buenas perspectivas para el agro parte de la base de que los países en desarrollo proporcionarán la principal fuente de “crecimiento para el comercio, el consumo y la producción agrícolas mundiales”.

Demanda que es impulsada por la urbanización y los crecientes ingresos per cápita, reforzada por el crecimiento demográfico, que casi sigue duplicando al del área de la OCDE.

Por consiguiente, en la medida en que “aumentan” los ingresos, se espera que los regímenes alimentarios se diversifiquen “apartándose” de los alimentos básicos hacia más carnes vacunas y alimentos industrializados, lo que “favorecerá” a los productos lácteos y pecuarios

Además, las instituciones internacionales apuntan también “al creciente bienestar económico de una clase media que está en expansión”, con lo cual el consumo de alimentos en esos países debe volverse “menos receptivo” a los cambios en los precios y los ingresos.

“Mientras China siga creciendo demandará más alimentos y lo mismo pasará con los países emergentes y el crecimiento de su población, como es el caso de Brasil, India y otros países asiáticos”, recalcó Gustavo Saraceni, economista de la Universidad Nacional de San Martín.

En el caso de los productos pecuarios, el estudio de la OCDE FAO espera que los precios promedio de la carne vacuna en términos reales –a diferencia de los de la carne de cerdo– “rebasen el promedio del período 1997-2006 a lo largo del próximo decenio”, en principio debido a “ofertas más bajas, costos del forraje más altos y a una creciente demanda”.

De esta manera, la recuperación económica fortalecerá el “consumo de carnes vacunas” en relación con los cereales, específicamente en los países en desarrollo, con la mayoría del crecimiento favoreciendo la carne más barata.

Para los productos lácteos se espera que los precios promedio “sean entre 16% y 45% más altos en el período 2010-2019 en comparación con los del lapso 1997-2006”.

Un tema no menor es la pelea entre los alimentos y la energía. En este ítem, las perspectivas para los mercados de biocombustibles son “inciertas, debido a factores imprevisibles como la tendencia futura en los precios del crudo, los cambios en las intervenciones normativas y los adelantos en las tecnologías de segunda generación”.

La persistente expansión de la producción de biocombustibles para satisfacer el uso obligatorio, creará una demanda extra de trigo, cereales secundarios, aceites vegetales y de azúcar usados como materia prima, siendo así un factor más en el alza de este tipo de commodities.

Al respecto, Marina Dal Poggetto, economista de la consultora Miguel Bein y Asociados, afirmó que “hoy hay planes para incorporar biocombustibles al consumo de naftas, y esto se ve en todos los países no sólo en Estados Unidos sino también en la Argentina y en Europa”.

En definitiva, el análisis prevé que sólo las exportaciones de alimentos proteínicos industrializados “aumentan” más rápido en el área de la OCDE para el 2019, y?donde la mayor participación en el intercambio de los países en desarrollo se refleja en la expansión del comercio entre los países en desarrollo, además del comercio entre los países desarrollados y los países en desarrollo.

Sin embargo, los países de la OCDE seguirán dominando las exportaciones en los próximos nueve años, que para el caso del trigo será de un 52%, cereales secundarios 59%, carne de cerdo 80%, manteca 80%, queso 63%, leche en polvo entera 66% y leche en polvo descremada 74 por ciento.
En el caso de los países en de­sarrollo, éstos mantendrán participaciones dominantes para arroz 88%, oleaginosas 56%, alimentos proteínicos 80%, aceites vegetales 91%, azúcar 90%, carne vacuna 57% y aves de corral 63 por ciento.

Argentina. En todo este contexto la Argentina puede salir beneficiada, en especial los productores sojeros que apostaron por la producción de la oleaginosa.

Ya es sabido que la soja volvió a batir un nuevo récord histórico al superar su propia marca de la campaña 2007/2008 en 14,6%, llegando así a un total final de 55.033.800 toneladas. Los datos fueron aportados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

En comparación con el último ciclo, la diferencia es de 25 millones de toneladas, lo que da un aumento de 77 por ciento.

En su último panorama agrícola semanal, la entidad granaria destacó que este incremento en el volumen recolectado se encuentra en “mayor medida” sustentado por el “crecimiento del área” alcanzado durante esta campaña, que con 19.000.000 de hectáreas implantadas también significó otra relevante marca en la superficie destinada al cultivo de la oleaginosa.

Además, las buenas nuevas también se vieron en el rinde medio nacional, que se ubicó en 2,95 toneladas por hectárea, apenas 0,3 quintal por debajo del récord registrado durante la campaña 2006/07, cuando fue de 2,98 toneladas por hectárea.

Desde la entidad cerealera también se informó que el volumen de cosecha récord obedece al logro de rendimientos “nunca antes alcanzados”.

En cada una de las regiones que conforman el informe privado se destaca que un 90% registró una significativa “expansión” del área destinada a este cultivo en las últimas dos campañas.

Este ciclo, a diferencia de la campaña previa, tuvo la ventaja de contar con un clima favorable que permitió reducir las pérdidas de superficie a cosecha y garantizar rendimientos medios que, junto con una importante superficie cosechable, permitieron alcanzar volúmenes históricos de zafra. Una suerte que no tuvo el trigo –alimento más consumido– que presentó en la campaña actual una caída que hace 70 años no se veía respecto de la cosecha.

Misma suerte corren la ganadería con precios internos por arriba del 70% que recibe el ganadero y un crecimiento por otro lado de los pollos y cerdos. Por úlitmo, el sector lácteo tendrá una demanda del mercado externo en el segundo semestre, estimó el Centro de la Industria Lechera. 
http://www.elargentino.com/nota-98497-medios-121-Preven-buenos-precios-para-commodities-agricolas-en-los-proximos-diez-anos.html